El 'Óliver Atom' real: otro equipo... ¡a los 54 años!
Miura, jugador en el que se inspiró el creador de la serie para su protagonista, continúa en activo y ha fichado por el Suzuka Point Getters.
Cuando Kazuyoshi Miura nació, el París Saint Germain no existía. Cuando debutó profesionalmente en 1986, Cristiano Ronaldo era un bebé y Messi aún andaba lejos. Por increíble que parezca, sigue en activo y, no solo eso, sigue cambiando de clubes. 16 temporadas vistiendo la camiseta del Yokohama, ahora emprende una nueva aventura profesional y firma por el Suzuka Point Getters, equipo al que entrena su propio hermano. A buen seguro, no será su último baile, ya que ha prometido jugar, al menos, hasta los 60 años de edad.
Su nivel, por supuesto, ha decaído. Ahora, peleará en la cuarta categoría de Japón, a escasos días de cumplir 55 años. Ya son cinco décadas diferentes en las que ha defendido una camiseta en el deporte que tanto le ha dado. Su trayectoria es intachable, pero tiene una historia detrás: el creador de Óliver y Benji se inspiró en él para crear al legendario Óliver Atom.
Al inicio de su trayectoria, Miura vio la imposibilidad de hacerse grande en Japón, debido a que todavía contaban con una liga amateur, no profesional. Pero tenía claro que su meta era más alta y buscó soñar en grande en Brasil. Como él, Óliver Atom nació en Shizuoka, pasó a la fama por llevar a su colegio a triunfar en torneos nacionales, vivió la experiencia brasileña con éxito, probó en Europa y fue considerado como un ídolo en Japón. No son casualidades: es su historia, narrada de forma distinta, en una serie de dibujos animados que pasará de generación en generación y que ha dejado huella en millones de niños y niñas del planeta.
La leyenda de Miura fue más allá. Tras su etapa en Brasil y ya como héroe de la selección nacional, decidió volver a su país natal, fichando por el Verdy Kawasaki y siendo parte fundamental en la creación de la J.League, liga profesional de Japón. Se asentó allí y buscó lo que le quedaba: Europa. En el Genoa no tuvo continuidad porque se rompió la nariz en el primer partido. Después, le fue imposible adaptarse, como tampoco lo hizo con el Dinamo de Zagreb. En este entonces tenía 32 años y era 1999. Unos meses antes, se quedó contra todo pronóstico fuera del Mundial, el primero en el que se metió Japón. Sorprendente, ya que habñia sido el héroe del combinado nacional en los 80 y los 90. Suena extraño, pero 23 años después sigue en activo.
Un nueva línea aérea le llevó a Australia, poco después de una nueva experiencia en Japón. A los 39 años, con mucho mundo a sus espaldas y el reconocimiento de todo el planeta, llegó al Yokohama, el club de su vida. Tanto tiempo después, se ha marchado este mismo martes cedido al Suzuka Point Getters, de cuarta categoría. Entre medias, con la espinita clavada de no haber podido competir en una Copa del Mundo, disputó en 2012 el Mundial de fútbol sala. 54 años en el DNI. Ya saben, en los dibujos y en la vida real, allá van con el balón en los pies y ninguno los podrá detener, el estadio vibra con la emoción de ver jugar a los dos. A los dos: Óliver y Miura. A este paso, ambos serán para siempre.