El Deportivo se autoimpone un tope salarial en este mercado
No habrá grandes inversiones en enero. El club priorizará optimizar recursos equilibrando con salidas de jugadores que no cuentan las posibles llegadas.
A estas alturas ya no hay duda de que Abanca ha sido el gran salvador del Deportivo. La entidad financiera ha logrado que el club blanquiazul pueda navegar su delicada situación económica y capear el temporal de la pandemia con garantías, aunque eso no signifique firmar un cheque en blanco. El máximo accionista busca medir cada euro de su inversión y eso se verá claramente en un mercado de invierno donde, entre otras medidas que ya se vienen dando durante todo el curso, el Depor se autoimpondrá un tope salarial.
En Primera RFEF no hay techo de gasto. De momento, la Federación no ha establecido un control económico estricto como sí hace LaLiga en Primera y Segunda División. Así, los clubs pueden invertir lo que ellos consideren, aunque eso no siempre tenga un buen desenlace para la competición, como se ha demostrado con el caso Extremadura.
Por eso cada equipo debe hacer un ejercicio de responsabilidad y en esas anda el Deportivo desde que Antonio Couceiro llegó a la Plaza de Pontevedra. El propio presidente apuntaba en la última Junta de accionistas que habría "comunicación con Abanca" en caso de que apareciese alguna oportunidad de mercado, pero el plan para este mes de enero es no hacer grandes dispendios y optimizar los recursos ya comprometidos el pasado verano. Más después de los 11 millones de euros de pérdidas del ejercicio anterior.
Cubrir entradas con salidas y el fútbol profesional en el horizonte
No es casualidad que el primer movimiento del Deportivo en este mercado haya sido una salida; la de Jorge Valín. En esa línea se moverá la secretaría técnica liderada por Carlos Rosende, que tratará de intercambiar piezas que no cuentan para Borja Jiménez, Alberto Benito es otro candidato, por otras que puedan ayudar en la segunda mitad de campeonato, como Álvaro Rey. Todo ello alterando lo mínimo posible la columna de gasto en plantilla.
Porque el Deportivo lleva ya dos temporadas fuera del fútbol profesional, pero no quiere dejar de funcionar con las exigencias del mismo. Esa fue la naturaleza del último crédito participativo firmado entre el club y Abanca, que al ser convertible en acciones reduciría el impacto en el tope salarial, y también de todas las precauciones a la hora de firmar los contratos de esta temporada, tanto en cantidad como en duración. El objetivo, que cuando se logre volver a la élite, el Deportivo lo haga con garantías y sin lastres que le dificulten competir como uno más desde el primer día.