Vacío a Memphis

Malos tiempos para Memphis Depay. No sólo porque está lesionado (se espera su reparición con vistas a la Supercopa de España en Arabia), sino porque todos los movimientos del club azulgrana permiten pensar que no forma parte del plan de futuro del Barça, al menos como un jugador franquicia.

Con contrato hasta junio de 2023, Memphis fue en su día una apuesta de Ronald Koeman, que se empeñó en traerlo en el verano de 2020. Sin embargo, el club azulgrana, apurado por el fair-play financiero, no fue capaz de colocar a Ousmane Dembélé en el Manchester United y Depay no salió del Olympique de Lyon. Finalmente, el internacional holandés cumplió su sueño y se convirtió en jugador del Barça este verano. Llegó libre, sin que el Barça pagase traspaso. Su pretemporada generó ilusión y sus cifras, a grandes rasgos, no son malas.

Sin embargo, Memphis puede divisar con claridad, a fuerza de hechos, que no es la piedra sobre la que Xavi quiere edificar el Barça del futuro. Al fichaje de Ferran Torres, quiere sumar el de Morata. Dos delanteros que pueden jugar en la posición de nueve y que podrían unirse a Ansu Fati, que también sabe caer por el costado izquierdo, como el holandés.

Es fácil pensar que Memphis no va a tener fácil su titularidad en el Barça del futuro y, por supuesto, que su ampliación no va a ser prioritaria. El escenario de una venta en el verano de 2022 ya no puede descartarse. Al jugador, que acumula ocho goles y dos asistencias en 21 partidos, le tocará ahora decidir su plan, aunque antes seguramente quiera demostrar su talento. También en los partidos grandes, en los que de momento ha fracasado esta temporada. Memphis no ha sido decisivo contra Atlético, Madrid, Bayern, Benfica... Veremos si se rinde o es capaz de abrirle los ojos y cambiarle los planes a Xavi. Su sueño perseguido con empeño, jugar en el Barça, puede durar un abrir y cerrar de ojos.