Aprobados y suspensos del Granada: Molina sigue a lo suyo

Maximiano:

Arias: El colombiano no tuvo su partido. Empezó bien incorporándose al ataque, pero no estaba fino en el pase y muy impreciso en sus acciones. En defensa le tocó bailar con la más fea, Carrasco, y el belga le ganó la partida en más de una ocasión. Se lesionó de la espalda y pudo costarle un disgusto esa acción al Granada. Fue sustituido al descanso.

Germán: El capitán y líder de la defensa. Peleó con Luís Suárez y después con Cunha, fue bien al corte, también de cabeza y, sobre todo, mandó a sus compañeros y los ordenó. Ni un pero para el central que tuvo mucho trabajo y lo sacó con el oficio habitual.

Torrente: Tiene 20 años y eso a veces se nota. Pero muy pocas. No empezó bien cuando Joao le hizo el lío para poner el 0-1 en el marcador. Pero no se vino abajo, al revés. Hizo buenas coberturas, llegó bien al corte en numerosas ocasiones y ganó muchas de cabeza. No se arrugó en ningún pomento a pesar de sus oponentes. Siempre atento y hablando con Germán. Hay un gran central.

Carlos Neva: Su velocidad es clave en muchas ocasiones, pero también su entrega y oficio. Subió sin descanso para abrir espacios a Machís, defendió con seriedad y siempre estuvo muy atento a todo lo que pasaba por su banda. Partido muy trabajado el suyo.

Puertas: A pundonor es difícil ganar al almeriense que estuvo en todas. Corre por todo el campo, ayuda incluso metiéndose de lateral cuando hace falta y arriba demuestra calidad en el regate y visión de juego. Dio umn gran pase a Molina en la primera del Granada que el punta mando fuera. Comandó el contragolpe que supuso el 2-1 con un gran pase a Suárez en el momento justo. Otro gran partido el suyo.

Isma Ruiz: En su primer partido de titular en Primera (lo fue el año pasado ante al Real en el famoso partido del coronavirus) ejerció como un veterano. Durante muchos minutos diriguió con maestría al equipo junto a Milla. Siempre ofreciéndose a sus compañeros, sacando el balón de atrás y atrevido cuando tocaba. Muy buen partido del canterano que vio la amarilla y se zafó en defensa. Lo dio todo y salió exhausto.

Milla: Con el madrileño en la medular el Granada es otra cosa. Milla dirige, manda, ayuda, defiende, ataque y está en todos lados. Durante muchos minutos, junto a Isma Ruiz, consiguió dominar al Atlético y quitarle el balón. Ganó en el centro del campo a los Koke y Lemar. Es el motor de este equipo y sólo su presencia da seguridad a sus compañeros.

Machís: El venezolano espotencia y calidad. Sacó la amarilla a De Paul que se jugó la roja muy tontamente. En uno de sus desbordes desde la izquierda se sacó un tremendo derechazo a la escuadra de Oblak para poner el empate y levanta los ánimos de los nazaríes. Muy activo, siempre ofreciéndose por todo el campo y ayudando en la salida del balón se fue en el 66 tocado después de un gran trabajo también defensivo ayudando a Neva en la banda.

Luís Suárez: Es un miura. Sólo le falta el gol. El colombiano lo hace todo bien, absolutamente todo, pero parece gafado de cara a portería. Ganó inumerables balones a la defensa madrileña, regateó y creó muchísimo peligro siempre que tuvo el balón. Tuvo dos buenos remates que no llegaron a entrar y asistió a Molina en el 2-1. A todas estas virtudes se suma un trabajo incansable.

Molina: El veterano delandero se retiró en el 77' con el público de Los Cármenes en pie. No es para menos. El de Alcoy estuvo en todas, peleó cada balón, no se cansó de tirar desmarques y, como no, marcó su golito, otro. A sus casi 40 años tiene la energia y la ilusión de un veinteañero. En alguna jugada no estuvo todo lo acertado de otros días, como la primera ocasión  nazarí que la mandó fuera en buena posición. Pero no se le puede pedir más.

Desde el banquillo:

Víctor Díaz: Salió en el descanso por Arias de lateral derecho, donde no jugaba desde aquel naufraio en Vallecas. Sin embargo, el estuvo a la altura de sus compañeros. Seguro atrás, ayudando como un central más y aguantando el arreón final del Atlético. Gran partido el suyo.

Escudero: Tuvo que salir por el lesionado Machís y le tocó más bregar en defensa con un doble lateral junto a Neva que disfrutar en ataque. Con Correa pro esa banda y el Atlético buscando el empate hizo su trabajo.

Monchu: Reforzó la medular y trabajo el poco tiempo que estuvo en el campo. Su ímpetu es tal que incluso vio la amarilla.

Eteki: Como Monchu, salió para dar aire al equipo y aguantar le resultado y estuvo correcto. Incluso pudo aguantar el balón y asociarse bien en alguna ocasión.

Bacca: Salió con el partido casi terminado y tuvo una acción de contra que supo parar y tocar para que el tiempo pasase.