El Bernabéu conocerá al nuevo Llorente, casi 'leyenda' atlética
El '14' rojiblanco sólo ha jugado una vez en su antiguo feudo, previa a su explosión en Anfield. Le tocará ejercer de lateral... marcando a Vinicius. Suma 97 partidos en el Atleti.
Marcos Llorente se enfrenta a su pasado… convertido en un jugador total. El centrocampista llegó al Atlético en el verano de 2019 después de que la presencia de Casemiro le cerrase las puertas a los minutos en los onces del Real Madrid. Canterano blanco, su cesión al Alavés le había servido para reivindicarse como un gran pivote de robo, conducción y buen desplazamiento de pelota.
Mucho despliegue físico para realizar coberturas, ganar duelos aéreos y abarcar campo sin fin, pero tenía en Casemiro un jugador de primera clase mundial en el puesto. El Atlético había perdido a Rodrigo Hernández y se lanzó a por su fichaje para tratar de explotar esas cualidades como ancla del equipo. Sin embargo, en sus primeros meses en el club no encontraba su espacio: la presencia de Thomas, ciertas dificultades para mover al equipo con balón y un periodo de adaptación al cholismo iba provocando que Llorente fuese entrando en el equipo con cuentagotas. Hasta que Simeone se fue convenciendo de llevar a cabo revolución total.
El técnico ha explicado en entrevistas posteriores como veía que el ‘14’ no jugaba y al día siguiente se entrenaba aún más duro, sin nunca perder la esperanza. Llegaba a los ejercicios en campo reducido y marcaba goles, era determinante de cara a puerta pese a que, entre Real Madrid y Alavés, no se había estrenado como anotador en Liga y sumaba únicamente dos goles en tres temporadas en la élite (uno en Mundial de Clubes y otro en Copa del Rey). Y, poco a poco, el Cholo fue introduciendo a Llorente en otros puestos.
El 1 de febrero de 2020, Llorente visitaba el Santiago Bernabéu por primera vez como jugador del Atlético y completaba su primer encuentro como rojiblanco. Todavía como mediocentro, el equipo que llegaba plagado de bajas cayó por 1-0, pero ya iba demostrando su crecimiento. Dos jornadas después, Simeone situaba a Llorente como interior derecho en Mestalla, y el ‘14’ conseguía estrenarse como goleador en la competición doméstica. Así, hasta llegar a Anfield en el partido que cambió su carrera. Un doblete en la prórroga contra el Liverpool tras entrar en el minuto 60 y una explosión postpandemia que le ha situado como el jugador español más valioso del panorama actual para Transfermarkt (80 millones de cotización).
El fútbol regresó a los estadios, todavía sin público, y si Llorente acabó su primera temporada de rojiblanco con cinco goles y cuatro asistencias, tuvo en su segunda la eclosión como jugador total. Segundo máximo goleador en el título de Liga (12 tantos) y líder en asistencias (11), Llorente se ganó un puesto en la Eurocopa y ha crecido sin límites. Y, tras jugar la temporada pasada en Valdebebas en un mal partido rojiblanco y asistir a Suárez para marcar en el derbi del Wanda Metropolitano que acabó con empate, visitará el Santiago Bernabéu como un futbolista completamente diferente al de la última vez.
Con 97 partidos oficiales en sus piernas como jugador del Atlético, a tres de la centena que da derecho al Paseo de Leyendas, Llorente no podrá vivir tan cerca del área como le gustaría. Las bajas en el carril derecho, con Trippier todavía sin recibir el alta médica por la lesión en el hombro (lleva dos semanas entrenándose con el grupo, pero tiene que evitar todavía contactos bruscos) y con la fractura del arco cigomático derecho (en la zona del pómulo) sufrida por Vrsaljko durante el partido de Champions contra el Oporto, el madrileño es el comodín colchonero.
Marcar a Vinicius
En esa posición pierde mucha influencia, llegada y gol, unas cualidades que ha potenciado una barbaridad en el Atlético. Pero, las necesidades del equipo son las que son, y Llorente no pone una mala cara. Acciones como la que evitó el remate de Taremi tras el paradón de Oblak a Luis Díaz fueron fundamentales para estar en los octavos de Champions. Muy pocos jugadores, y menos fuera de posición, tendrían esa capacidad de reacción para evitar un remate franco tras un rechace del guardameta. Además, se mostró fortísimo en el cuerpo a cuerpo con el colombiano, estrella del equipo portugués.
Y en el derbi, le tocará marcar por su banda a Vinicius, posiblemente el jugador más en forma de LaLiga. Cuenta con su velocidad y potencia física para intentar contrarrestar al brasileño, todo un peligro. Y Simeone medita situar por delante a Correa para tener a otro currante en su banda derecha. Lo que es indudable es que el Llorente que volverá al Santiago Bernabéu por primera vez en casi dos años es un futbolista sideralmente diferente al que se marchó.
El Cholo le ha potenciado, ha encontrado un jugador diferencial y la polivalencia personalizada, y el jugador de 26 años lo ha devuelto con creces adaptándose a cualquier necesidad del equipo. Si participa en los tres partidos que le restan al Atlético en este 2021, llegará a año nuevo como Leyenda colchonera. Todo un crecimiento y una adaptación de un Llorente que no ha parado de crecer como rojiblanco.