El Lemar de la Supercopa
Simeone ha conseguido la continuidad del francés al nivel de aquel debut deslumbrante contra el Real Madrid en la Supercopa de Europa, última victoria colchonera.
Thomas Lemar visita el Santiago Bernabéu como un jugador importantísimo para Simeone. Únicamente los problemas físicos le han lastrado en lo que marcha de curso, donde al aumento de su nivel de la temporada pasada ha añadido una determinación clave de cara a puerta (tres goles y dos asistencias).
Si un curso atrás fue uno de los destacados en el derbi del Wanda Metropolitano, cuando la sustitución del francés después de 57 grandes minutos del Atlético coincidió con un descenso en la presión y en el control de juego rojiblanco, en su visita al estadio del Real Madrid en la primera vuelta estaba comenzando a dar ese paso adelante que tanto le ha costado y que tras conseguirlo le ha convertido en un futbolista clave de rojiblanco.
En aquella ocasión entró tras el descanso después de una inferioridad manifiesta en la primera parte y tuvo la mejor ocasión del Atlético para meterse en el partido, pero su disparo se marchó desviado. Fue el más incisivo y el único que propuso desborde en el uno contra uno. Destellos de calidad que con el paso de los partidos se fueron convirtiendo cada vez en más constantes en esa posición como interior, entrando mucho en juego con balón y aportando su calidad para desbordar y romper líneas.
El gran objetivo de Simeone era lograr esa continuidad en su juego que mostró en su debut, precisamente contra el Real Madrid y con un título en juego. Lemar se enfundó la camiseta del Atlético por primera vez en partido oficial el 15 de agosto de 2018 en la Supercopa de Europa. El francés había llegado al club después de proclamarse campeón del Mundial en Rusia y era, junto a Rodrigo, la gran novedad de un equipo que había levantado la Europa League. Y ese estreno maravilló a la afición. Tuvo 90 minutos donde la pedía, driblaba con el cuerpo, giraba, encontraba al compañero mejor situado, rompía líneas con pases y conducciones… Así hasta salir sustituido en una prórroga donde el Atlético se impuso por 2-4 en Tallín, el último derbi cerrado con victoria.
Un espejismo de lo que sería su temporada y especialmente la siguiente. En todo el curso 2019-20 no marcó ni asistió y fue diluyéndose hasta convertirse casi en un fantasma sobre el campo, falto de confianza en su juego y sin encarar ni atreverse a desbordar cuando debía, arriesgando en ocasiones cuando no era procedente y mostrándose dubitativo cuando estaba en una posición ventajosa. Pero, después de estar en el mercado en todo el verano de 2020 sin prácticamente pretendientes, Lemar ha vuelto a ser, con trabajo y fe en su juego, aquel futbolista que se fue a buscar al Mónaco.
Con 26 años, se encuentra cada vez más cómodo y cercano a mantener la constancia y el nivel del debut contra el Real Madrid, pidiendo el balón, asumiendo responsabilidades, mejorando a sus compañeros y anotando goles. El Lemar de Tallín volvió para quedarse y quiere dejar una nueva actuación de sobresaliente contra el máximo rival y con mucho en juego, ya que una victoria volvería a meter al Atlético de lleno en la pelea por el título liguero.