GRUPO F | ATALANTA - VILLARREAL
Puerta grande o Europa League
El Villarreal necesita un punto más en Bérgamo para pasar a octavos. El Atalanta llega lanzado y sólo le vale la victoria. Gerard y Danjuma regresan al once amarillo para paliar la falta de gol.
Dadas las urgencias, conviene la concreción: con el Manchester United ya clasificado como primero de grupo, el Villarreal pasará a octavos de la Champions si evita hoy la derrota en Bérgamo. Si pierde, quedará tercero e irá a la Europa League. El problema es que se juega las habichuelas frente a un rival, el correoso Atalanta, que contará con el calor de su entregada afición y que comparte objetivos: el equipo italiano pasará si gana, será tercero si empata y, si cae, cederá ese privilegio o repesca al Young Boys. Si lo de esta noche no es una final, se le parece mucho (sigue el partido en directo en As.com).
El Villarreal afronta el reto con la angustia de LaLiga, donde sigue atascado y deambula 13º. La fe la aporta Gerard, que llega sano a este decisivo encuentro y con el necesario rodaje tras sus trotes en la Copa y su desviada puntería en el Pizjuán. Sin el delantero, el Submarino ha ido perdiendo muchas de sus señas de identidad, sobre todo reflejadas en la claridad de cara a portería. Emery se aferrará al ingenio del internacional y, por fin, podrá maridarlo de nuevo con Danjuma. Una dupla que de inicio impresiona y ya barrió al Young Boys (1-4), pero que en la realidad tampoco ha solucionado demasiado las cosas en LaLiga: con ellos en uno de los escasos onces en los que han coincidido, el Villarreal se la pegó ante Osasuna y Athletic. La duda del técnico es si ser valiente con Chukwueze, ante la baja de Yeremy por sanción y el horizonte que se presenta a campo abierto con las contras, o apostar por la opción más conservadora de ir picoteando con Moi. La alineación marcará más que nunca el camino.
El Atalanta no es ninguna broma. Mientras que en la fase de grupos sólo ha sido capaz de ganar un partido (1-0 a la cenicienta), en la Serie A encadena diez jornadas sin perder y cinco triunfos en los últimos seis partidos, con un golpe en la mesa en San Paolo (2-3) el pasado fin de semana. El vendaval ofensivo de Gasperini se quedó sin marcar en un encuentro de 22 y en 15 de esos duelos hizo dos tantos o más. No es fama. Es la realidad.
Si el Villarreal quiere salir airoso de esta comprometida cita deberá afinar mucho la puntería (siete partidos sin gol) y arriesgar (hasta ocho empates). Más allá del premio deportivo de estar entre los 16 mejores equipos del continente por tercera vez en su historia, está el futuro. Por un lado, el que resta esta temporada de la mano de Emery, al que no se discute con un título en la mano pero al que ya llueven menos elogios puesto que el Submarino ya acabó séptimo en España en su estreno. Y también cobran importancia los réditos económicos con esas vistas al mañana. El Villarreal ganará nueve millones de euros más si pasa de ronda en Bérgamo, que ayudarán a redondear un acumulado de casi 50 en estos meses. Regresar a la Europa League le permitiría defender título. Pero llegados hasta aquí, con frío y hasta con nieve, pone bastante más el hecho de explorar nuevos sueños. ¡Endavant!