El Racing busca acercarse al liderato en Pucela

La totalidad de la expedición racinguista estuvo esta tarde pendiente del partido en A Malata entre el Racing de Ferrol y el Depor. Los teléfonos y las tabletas echaban humo, sobre todo cuando el árbitro, cántabro, por cierto, anuló en el 90' un gol a los ferrolanos. Los racinguistas suspiraban por poder salir mañana al José Zorrilla con la expectativa de luchar por el liderato y aunque no será así, recortar diferencias y quedarse a un punto de los de Riazor no sería un mal premio añadido a los tres puntos que buscarán ante el Valladolid Promesas.

A pesar de que Guillermo Fernández Romo tiene dos bajas por lesión, Bobadilla e Isma López, no son las ausencias sino las presencias lo que le complican la vida. Al riojano le tiene perfectamente sustituido con la vuelta de Satrústegui y el lateral navarro solo ha jugado 12' en los últimos dos meses. Es la vuelta de Borja Domínguez, el gran momento de forma de Marco Camus y los goles con los que Manu Justo ha aprovechado sus partidos como '9' los que tienen al madrileño estrujándose las meninges. Le sobran jugadores para el once.

La defensa parece la única línea inamovible una vez que Simón Luca, al que hace mes y medio Romo no veía preparado, ha respondido espléndidamente en cuanto el madrileño le ha echado al terreno de juego. Atlético, profundo, buen centrador y sin que hasta ahora haya sufrido en defensa, probablemente en donde más margen de mejora tiene, el de Cicero está muy cerca de ser indiscutible en el lateral izquierdo. Por él y porque Satrústegui es mejor como central y forma un dúo de muchos quilates con Pol Moreno.

En el centro del campo, en cambio, cualquiera que siga las andanzas del Racing esta temporada está preparado para asumir cualquier combinación que disponga su míster para el José Zorrilla. Hizo una plantilla pensando en que Íñigo sería el cuarto de cuatro, pero el de Ampuero se los ha comido a todos con patatas y a Romo no le queda más remedio que alinearle, a veces parece que a regañadientes. Tienza viene de menos a más y Borja Domínguez es de los preferidos del técnico de Aluche, que, además, da minutos a Sergio Marcos en cuanto tiene la más mínima posibilidad. Hagan sus apuestas.

En la línea de trescuartos, tras perder una hora la semana pasada sin extremo izquierdo y no generar nada de producción ofensiva, todo apunta que el césped de Zorrilla recuperará una estructura más clásica de los racinguistas, con Soko por la derecha, Pablo Torre en la media punta y un extremo zurdo. Camus entró antes que Bustos frente al Unionistas y puede ser una pista de cara al once ante el Valladolid Promesas. Cedric, lo mismo que Pablo Torre, parece intocable.

El Valladolid Promesas, que se ganó estar en Primera RFEF con una gran temporada pasada, no acaba de coger el ritmo a la competición, está en plazas de descenso casi desde el inicio del curso y solo ha sido capaz de ganar un partido en su campo, al Bilbao Athletic. El duelo contra los santanderinos no se jugará en los Anexos del José Zorrilla sino, por primera vez esta temporada, en el propio José Zorrilla. El club pucelano esperaba muchos seguidores verdiblancos, pero las malas predicciones meteorológicas han hecho que apenas se hayan vendido dos centenares de entradas en Santander y que no se espera más de medio millar de cántabros en Valladolid. Julio Baptista, exjugador en el Sevilla, Real Madrid y Málaga, entre otros equipos, entrenador del Promesas, solo tiene dos bajas, Slavi y Palomeque.