Inicio convulso de la era Toril en el Real Madrid femenino
El club blanco no consultó a la actual directora deportiva del femenino, Ana Rossell, del cambio de entrenador, según AS. El vestuario, también descontento.
La era Toril no arrancó de la mejor manera este jueves, primer día del nuevo técnico al mando del Real Madrid femenino, en el que sustituyó el pasado lunes a David Aznar. Con un ambiente muy enrarecido, el cambio de entrenador en el Madrid no ha terminado de contentar a las jugadoras y cuerpo técnico, según ha podido saber AS.
Primero, por ser entrenador que no tiene experiencia en el fútbol femenino (es al primer equipo que dirige en esta categoría). Segundo, porque el club no les ha informado de nada en cuanto a esta decisión. Y, tercero, por la todavía presencia en el club de Ana Rossell, cuyo puesto parece estar en peligro tras la marcha de Aznar, al que había protegido en todo momento de un posible despido.
La directoria deportiva (aún no se ha comunicado ningún cambio en este rol, si lo hubiese) del equipo femenino organizó la despedida de David Aznar este jueves con el equipo, aprovechando el regreso de las internacionales tras el parón de selecciones. En esta reunión, y según ha podido saber AS, Ana Rossell informó de que ella no había tomado la decisión de echar a Aznar y traer a Toril, lo cual abre la puerta a una posible salida o a un cambio de puesto de la expresidenta del Tacon en el Real Madrid.
Primer entrenamiento de Toril junto a un nuevo preparador físico
Con el futuro de Rossell en el aire, las jugadoras temen un descontrol o caos en la gestión deportiva del equipo femenino, en el que parece ser que se mantendrá gran parte del cuerpo técnico que estaba con David Aznar. De hecho, Toril dirigió este jueves su primer entrenamiento con la compañía de un nuevo preparador físico, dejando trabajar al resto de cuerpo técnico de Aznar.
El entrenador andaluz aprovechó la sesión de entrenamiento para tantear el terreno y conocer cómo se trabaja en el equipo blanco, en el que también sigue Noe Morales, delegada y mano derecha de Aznar. Un hecho que, sumado a todo lo anterior, deja un escenario extraño en el que las jugadoras no se encuentran del todo cómodas.
En el vestuario se entiende que la llegada de Toril no es suficiente para dar un cambio de rumbo real al vestuario. Ahora sólo queda ver cómo se desarrollan los acontecimientos los próximos días, con Ana Rossell en tierra de nadie, y si las jugadoras terminan de aceptar la llegada de Toril, que afronta el sábado su primer compromiso liguero ante el Villarreal (16:30h).