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LEGANÉS

Arnaiz y Lazar, los puñales ‘obreros’ que definen la era Nafti en Leganés

El entrenador del Leganés los pone de ejemplos de lo que aspira en sus jugadores: hombres de talento involucrados en defensa. Ante Las Palmas, Arnáiz robó cinco balones y Lazar, tres.

Arnaiz y Lazar, los puñales ‘obreros’ que definen la era Nafti
EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS

Anda Butarque enamorado de un jugador serbio al que hace sólo cuatro meses ni conocía (Lazar Randjelovic, por despejar cualquier duda) y a su vez, Nafti también siente lo propio por su par en la otra banda, un José Arnáiz que no ha necesitado cinco meses, sino apenas cinco semanas (las que lleva el técnico en Leganés), para demostrar al entrenador franco-tunecino que el talento no está reñido con el sacrificio y el esfuerzo. Uno y otro, el de Leskovac y el de Talavera de la Reina, representan lo que el técnico quiere de su equipo. Futbolistas con clase que se dejen la vida por defender a sus compañeros.

No es la primera vez que Nafti elogia a sus extremos por poner tanto ímpetu para defender como para atacar. Ya lo hizo tras su estreno con Fede Vico y Arnáiz y, siempre que puede, intenta replicar piropos. Ayer, tras golear a Las Palmas (4-1) no perdió la oportunidad de repetir mensaje.

“Tienes que hacer creer a los chicos más talentosos en el bloque, en la contundencia. Es fundamental. Si lo consigues, el equipo luego tienes menos fallos atrás. Sólo tienes que ver los repliegues de Arnáiz y Lazar. Eso me da mucha tranquilidad”, comentó cuando le preguntaron por el esfuerzo de todo su equipo para blindar una portería que, con él al frente, sólo ha recibido dos goles: uno de penalti y el de ayer, un golazo de Viera desde la frontal del área. Casi imparable.

Arnaiz, cinco robos y una asistencia

Las palabras del técnico se demuestran con hechos. Ayer, por ejemplo, Arnáiz recuperó cinco balones. Lazar hizo lo propio con tres pelotas recuperadas. Un sacrificio que también se deja notar en los dos contra uno, cuando uno y otro se esmeran en ayudar a sus laterales para que no sufran en defensa. Actitud obrera que, traspasado el medio campo, muta en actitud creativa.

Nafti quiere dar libertad a sus jugadores de ataque, intentar controlarlos lo menos posible para que, dentro de unas directrices tácticas, se dediquen a fantasear con la pelota en los pies y creen lo que un entrenador no es capaz de inventar con la pizarra. Fue así como, por ejemplo, nació el 3-0, un gol nacido de la velocidad y desborde de Arnáiz en la banda. El ‘10’ se marchó de tres canarios y su centro al segundo palo lo remató Lazar sólo de marca después de que los cambios que acababa de hacer el Lega desajustara los marcajes de la defensa canaria. Los Zipi y Zape del Lega haciendo de las suyas.

El tanto fue relevante en lo anímico no sólo dentro del partido, sino también para un José Arnáiz al que la mala suerte de cara a puerta lo persigue esta temporada. Sin embargo, con ese eslalon y asistencia se desquitó ante el respetable pepinero y, de paso, dejó claro que de calidad anda sobrado. “Con Arnáiz, el gol llegará. Lo he dicho. Para mí el gol no es una obsesión”, repitió Nafti para proteger al extremo y evitar que se obsesione con la portería rival.

“Poco a poco… al final tienes partidos buenos y malos. Pero siempre tienes que dar lo mejor de ti. Hoy estoy contento porque las cosas han salido bien”, comentó el propio Arnáiz con un cierto aire de modestia, como si su buen partido sin gol no fuera suficiente para redimir los pecados de las ocasiones falladas.

Randjelovic, Pichichi con tino

Con Randjelovic la situación es opuesta. El serbio sigue desatado de cara a la portería rival. La de ayer fue su cuarta diana (segunda consecutiva) con los pepineros, con las que sigue siendo su máximo goleador y también uno de los jugadores con mayor tasa de conversión: el 50% de los remates entre palos que ha realizado han acabado en gol.