Randjelovic, un ‘desconocido’ al rescate del Leganés
En solo 125 minutos ya ha marcado y colocado entre los pepineros que más regatea. La ausencia de Avilés le deja libre la banda diestra. Garitano admite que no sabía nada de él.
Lazar Randjelovic fichó por el Leganés en el último minuto del mercado de fichajes. Literal. “Tenía miedo de que el transfer no se cerrara”, confesó en su rueda de prensa de presentación. El lío Saúl-De Jong-Griezmann hizo que LaLiga tardara casi una hora y media en confirmar que sí, que este serbio de 24 años nacido en Leskovac era refuerzo pepinero. Una incorporación sorprendente (no estuvo en el radar blanquiazul hasta el final de la ventana de traspasos), y apresurada que ahora se ha revelado como vital. Su gol ante el Amorebieta dio al equipo blanquiazul su primera victoria. Todo en un debut como titular ilusionante que deja atisbos de esperanza y también de dictadura. La banda derecha, salvo sorpresa, será en este comienzo de temporada territorio único del balcánico.
Por ahora, Lazar no tiene competencia. “Es un jugador del corte que no tenemos, porque Avilés, pero entre lesiones y la paternidad, no está disponible casi desde pretemporada. Dos meses y medio sin entrenar con el grupo”, comentó Asier Garitano en rueda de prensa el sábado, tras ganar por primera vez este curso gracias al gol precisamente de Randjelovic. La declaración del técnico se entendió como un pellizco de monja a un jugador, Avilés, tan explosivo y prometedor como errático en su rendimiento y relación con las lesiones.
Así que, con su compañero de banda fuera de juego y la única competencia pura del canterano Naim, el futuro parece campo abonado para que Randjelovic se consolide en un puesto para el que, a priori, no estaba llamado. La aclimatación, anticipó Garitano, sería difícil por cuestión del idioma, haber llegado en el último día de mercado y tener que adaptarse sin pretemporada y con la Liga empezada. Pero el técnico se equivocó.
Una adaptación rápida
Él mismo lo admite en privado y en público. La adaptación del chico ha sido fulgurante. Casi tan rápida como el aprendizaje del idioma. “Seguro que habla español en nada, mucho antes que otros que llevan aquí cuatro años”, comentó de nuevo sarcástico el de Bergara a propósito del serbio y, presumiblemente, acerca de Kenneth Omeruo, el único pepinero que entra en esa descripción idiomática. Un nuevo pellizco de monja.
El detalle del idioma no es banal. Apenas encontró casa, Randjelovic se apresuró a buscar un profesor privado de español que le enseñase el idioma, ése que ya se atreve a chapurrear aunque sólo lleva tres semanas en Madrid. Con inglés podría bastarle, pero su deseo es crecer en el Leganés para asentarse en el país “en el que siempre soñé jugar”, admite.
Regateador eficaz
Ese ímpetu suple las carencias tácticas que pudiera tener. Ya lo demostró en su debut como blanquiazul en Gijón, donde disputó 45 minutos eléctricos, de esos que definen a un extremo en esencia: abierto en banda, con regate y velocidad. Su remate al larguero dentro del área en el 89’ que bien pudo suponer el empate no fue casualidad. “A Lazar le gusta pisar área. A veces es algo egoísta, pero tiene clara vocación ofensiva”, lo definen desde Grecia.
En Olympiacos (club al que aún pertenece) lo usaban como revulsivo recurrente precisamente por esas virtudes que ya ha demostrado en Leganés. Pese a haber disputado sólo 125 minutos ya es el quinto jugador de la plantilla que más regates intenta: siete de los cuatro le han salido bien. Un porcentaje de acierto en el dribling (58%) que, de los atacantes, sólo supera Bárcenas: 8 regates, 6 con éxito, 75% de éxito.
“Lazar es listo. Es un jugador que ataca bien los espacios y es rápido. Nos gusta la versión que está dando”, describía un Garitano al que no le dolían prendas en admitir que no supo nada de él hasta que le llegaron los vídeos que, en el último día, hicieron que diera luz verde a su incorporación. “Lo vi contra el Bayern y el City. Así, rápido… y vi que nos daba cosas que no teníamos”, comentó en una reflexión que dejaba claro que Randjelovic no es un futbolista cualquiera en Segunda. Y ahora todo el carril diestro del Leganés es suyo.