SEVILLA 2 - ALAVÉS 2

Aprobados y suspensos del Sevilla: Ocampos y Koundé, en todos los charcos

El argentino volvió a marcar, pero cometió un penalti que venía precedido por una falta innecesaria del francés, del que nació el tanto del empate final

Sevilla
TONI RODRIGUEZDIARIO AS

Lopetegui presentó una banda izquierda inédita que no funcionó demasiado bien. Su equipo tuvo que luchar contra los elementos y contra sus propios errores, pero el amor propio habitual rescató un punto.

Bono: Nada que hacer en el primer gol del Alavés, casi le para el penalti a Joselu. No pudo hacer su milagro habitual.

Montiel: Otra asistencia para su cuenta. No estuvo mal.

Koundé: Hizo la falta que puso por delante al rival en el marcador y de su pundonor nació el empate definitivo.

Diego Carlos: Muy bien al corte en la segunda mitad, cuando más peligro había por el estado del terreno de juego. El problema es que falló en el marcaje a Laguardia en el 0-1.

Augustinsson: Se asomó algo en ataque y sufrió bastante en defensa. Su actuación habitual como sevillista.

Fernando: Un pelín por debajo de lo habitual. Es decir, notable en lugar de sobresaliente.

Jordán: Demostró que el crecimiento que había anunciado antes del parón sigue su curso.

Óliver: De una genialidad suya nació el empate del Sevilla en la primera mitad. Fue sustituido al descanso, probablemente porque el estado del terreno de juego no era el más favorable para su fútbol. Podría ser, pero lo que quedó claro es que tampoco lo era para su sustituto.

Ocampos: Como Koundé, en todos los charcos. Volvió a marcar y cometió un penalti infantil. Por lo demás, sigue aportando al equipo.

Idrissi: Fuegos artificiales. Algún detallito interesante y alguna acción de echarse las manos a la cabeza, pero para mal. Quizás su principal problema es que sigue jugando como si aún estuviera en Holanda. Y la Liga es otra cosa.

Rafa Mir: Peleó, tuvo ocasiones, bajó balones... pero el delantero no marcó.

CAMBIOS

Suso: Volvía de lesión, no entendió lo que pedía un partido con el césped encharcado y se volvió a lesinar. Tarde para olvidar.

Rakitic: Se metió en el duelo desde que escuchó la charla de Lopetegui en la banda antes de salir a jugar. Y tuvo el premio de firmar el empate.

Acuña: Coraje y amor propio.

Munir: En su cabeza estuvo el gol de la victoria, que no se sabe si entró o no. Creó peligro como de costumbre.

Papu Gómez: Desaparecido hasta el descuento, cuando estuvo especialmente clarividente.

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