Conte tiene trabajo por delante

El italiano se convirtió en el segundo de los últimos ocho entrenadores del Tottenham (contando también a los interinos) que no ganó su primer partido al frente del equipo en la Premier League. Son muchas las expectativas puestas en el técnico que ya ganó la liga inglesa con el Chelsea en la temporada 2016/17. Pero como se vio en la decimoprimera jornada de la Premier League, Conte tiene todavía mucho trabajo por delante. Primó la urgencia en Goodison Park. Sobre todo durante el primer tiempo. También las dudas y el miedo. No así la calidad. Rafa Benítez llegaba al duelo después de sumar tres derrotas ligueras consecutivas, sumergido en un mar de especulaciones sobre su futuro al frente de los toffees.

El madrileño echó en falta a la columna vertebral de su equipo, con futbolistas claves como Dominic Calvert-Lewin o Yerry Mina lesionados. Fabian Delph ocupó el centro del campo, siendo titular de nuevo casi tres meses después de sufrir una lesión en el hombro. Fue de los más destacados en un partido que se disputó en el centro del campo. Se sucedieron los robos, las faltas, los parones y los errores. Hubo que esperar hasta el descuento del primer tiempo para encontrar una ocasión mínimamente peligrosa, la que comenzó Heung-min Son y en la que Harry Kane encontró la llegada de Sergio Reguilón en el segundo poste. Llegó el lateral izquierdo, pero no logró conectar cómodamente con la pelota y el disparo salió alto. Muy alto. Sumando los dos últimos partidos dirigidos por Nuno Espírito Sano y el primero de Antonio Conte en la Premier League, el Tottenham superó las tres horas de juego sin rematar entre los tres palos.

El italiano tiene trabajo por delante para cambiar la dinámica de los londinenses. Trató de hacerlo a la vuelta del descanso. Tras su charla al descanso, sus discípulos asumieron la iniciativa que el Everton ya le había entregado desde el pitido inicial. Los dos equipos se encontraban cómodos manteniendo al rival lejos de su meta, en un partido que se disputó principalmente en el centro del campo. Dieron un paso al frente los Spurs, aunque seguían echando en falta la creatividad necesaria para encontrar una buena posición de remate. Superada la hora de juego el Everton reclamó dos penaltis. El árbitro Chris Kavanagh señaló el primero cuando Richarlison cayó dentro del área ante la salida de Hugo Lloris. El VAR determinó que el meta francés había despejado el esférico con sus dedos y el colegiado tuvo que reconsiderar su elección. La segunda reclamación, por manos, terminó con cartulinas para Richarlison y Cristiano Romero por encararse.

Venían calientes el brasileño y el argentino, que se empeñaron en dejarse detalles continuamente en forma de tirones, patadas y agarrones. Se rompió ligeramente el partido en los minutos finales. Crecieron los de azul y respondieron los de blanco. Sin centro del campo, se sucedieron las carreras de un fondo al otro, aunque sin excesivo peligro. Quien más cerca estuvo del gol fue Giovani Lo Celso. El ex del Betis disparó al poste desde la frontal en el minuto 88. Los locales terminaron con diez hombres después de que Mason Holgate fuese expulsado por una entrada sobre PierreEmile Højbjerg. En el fin de semana en el que en Inglaterra se recuerda con hogueras y petardos el fallido intento de Guy Fawkes de hacer volar el parlamento británico por los aires en 1605, Everton y Tottenham se presentaron a Goodison Park con la pólvora mojada.