MALLORCA

Minutos finales, minutos fatales

Tres finales de partido han condenado a un equipo que disfrutaría de cuatro puntos más en la clasificación de no ser por tres finales desastrosos ante Osasuna, Real Sociedad y Valencia.

JOSE JORDANAFP

El Real Mallorca se ha convertido en el mejor ejemplo de los equipos que nadan para acabar muriendo en la orilla. Tres finales de partido han condenado a un equipo que disfrutaría de cuatro puntos más en la clasificación de no ser por tres finales desastrosos ante Osasuna, Real Sociedad y Valencia en las jornadas 7, 9 y 10.

Llegados a los últimos minutos de esos tres partidos (uno como local y dos de visitante), el Mallorca sumaba cinco puntos, cifra que con el pitido final se ha quedado en un punto.

En la jornada 7, el Mallorca vio como Osasuna le marcaba el tercer gol (el partido acabó 2-3) en el minuto 88, en pleno correcalles final en el que los navarros sentenciaron el encuentro en su visita a Palma. El punto asegurado se quedó en nada.

Dos partidos después, en la novena jornada, el equipo mallorquinista aguantó el empate a cero en el Reale Arna hasta el minuto 91, momento en el que Lobete batía a Reina para dejar, otra vez, al Mallorca sin un punto que ya se daba por sumado, con un gol que además llevaba la firma del error del meta mallorquinista.

Esta vez, el final en Mestalla fue más trágico todavía. El Mallorca ganaba al Valencia en su estadio por 0-2 y se relamía con los tres puntos cuando en el minuto 93 Guedes anotaba el 1-2 y finalmente Gayá establecía el empate en el minuto 98. De esta manera tan cruel se le escaparon al Mallorca tres puntos en el tiempo de prolongación.

El objetivo está claro: acabar con la maldición de los minutos finales, los minutos fatales, de un Mallorca que, como dice su entrenador Luis García Plaza, ha pecado de "inexperiencia" en momentos puntuales.

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