Otro vals en Budapest

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"Hungría no es Islas Feroe". Es la frase que dijo Jorge Vilda tras el choque ante las feroesas, en el que España goleó sin pudor (0-10). Con este aviso quiso el seleccionador tener enchufado a su equipo para el segundo partido de clasificación para el Mundial. Hoy toca medirse a Hungría, en Budapest, y todo lo que no sea sumar puntos será una decepción.

A España solo le vale ganar. No hay excusas. Este equipo se ha puesto los límites muy altos. Es normal, La Roja es la número 10 del mundo y Hungría, la 44. Las de Margret Kratz vienen de caer en el primer choque de esta fase ante Escocia. Y antes, perdieron tres de los cuatro últimos para la Eurocopa, lo que les dejó fuera. Todavía están dos escalones por debajo de la Selección.

Aunque si nos remontamos al pasado la estadística deja en mal lugar al equipo español. Cuatro veces se han enfrentado (1985, 1986, 1992 y 1995) y nunca logró la victoria. Algo queda claro, aquella España estaba a años luz de la que es ahora.

Hungría es una selección sin recorrido. Nunca ha logrado clasificarse para ningún torneo UEFA ni FIFA. Sus jugadoras militan la mayoría en la liga húngara, entre el Ferencváros y el Haladás-Viktória. Un equipo muy joven, con una media de edad de 23,3 años. Apenas cuatro jugadoras sobrepasan los 25 años: Szocs, Sipos, Csiszar y Vago.

No hay mucha diferencia con esta España, cuya media es de 23,9. Cada convocatoria da oportunidades a jóvenes de la cantera, y los resultados son óptimos. Como pasó ante Islas Feroe con Amaiur de 9 y logrando un poker. Eso le podría servir de premio a la donostiarra para volver a tener minutos. Se espera que Vilda vuelva al plan A, con habituales como Paños, Mapi o Aitana sobre el césped. El segundo triunfo de España espera en Budapest.