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CELTA

A la Chachoneta le pesa el público de Balaídos

El equipo de Coudet ha perdido los tres partidos que ha jugado desde que los aficionados regresaron al estadio vigués. A puerta cerrada ganó casi el 60% de los encuentros.

Actualizado a
Eduardo Coudet, tras ser expulsado la pasada temporada contra el Betis, primer partido que se jugó con público en Balaídos durante la crisis sanitaria de la COVID.
Octavio PassosGetty Images

Se lamentaba Eduardo Coudet la pasada campaña de no poder compartir con la afición en Balaídos los buenos resultados y el atractivo estilo de su equipo. El técnico argentino aseguraba que, si el celtismo estuviera en las gradas del coliseo vigués, el rendimiento de sus pupilos todavía iba a ser mejor. Sin embargo, ese pronóstico no se corresponde con la realidad y el extra de motivación por volver a jugar con público está provocando un exceso de carga en la Chachoneta.

El Celta volaba a puerta cerrada y ahora no arranca. Con Coudet en el banquillo ganó el 57% de los encuentros que disputó con las gradas vacías. El balance como local en catorce jornadas fue de ocho victorias, tres empates y otras tantas derrotas. Esa dinámica permitió a los célticos salir del descenso y acabar peleando por Europa.

Los datos desde el regreso del público a Balaídos no pueden ser más negativos para el cuadro olívico: tres partidos y cero puntos. La primera derrota llegó en la clausura de la pasada campaña contra el Betis (2-3), un partido que siguieron in situ 1.738 abonados. Ese aforo se amplió durante el verano hasta un 40% del recinto, unos 7.000 espectadores que presenciaron como los suyos caían en la primera jornada contra el Atlético (1-2) y en la tercera frente al Athletic (0-1).

Reválida ante el Cádiz

“Seguro que es una casualidad”, contestó Coudet cuando tras perder con los bilbaínos se le preguntó por los malos números de su equipo en la ‘nueva normalidad’ con aficionados en las gradas. La próxima reválida del Celta ante los suyos está fijada para este viernes. Ante el Cádiz, el feudo celeste estrenará aforo. El 60% de los asientos podrán estar ocupados, lo que permite el acceso de unos 10.000 espectadores.

Para encontrar el último triunfo celebrado por el celtismo en su estadio hay que retroceder a febrero de 2020, por 1-0 contra el Leganés. En aquel duelo por la permanencia se sentó en el banquillo local Óscar García Junyent, que no perdió ninguno de los seis partidos (dos victorias y cuatro empates) que dirigió con público en Balaídos.