"Hay jugadores que se preguntaban por su futuro y que están influenciados por Messi..."
La llegada del argentino al PSG ha desatado la ‘messimanía’ en el vestuario; nadie quiere abandonar el club y Mbappé se rinde en público al seis veces ganador del Balón de Oro.
La llegada de Messi al PSG ha desatado la gran locura. Se pudo ver a su llegada a París, el día que pasó el reconocimiento médico, el día de su primer entrenamiento, el de la presentación ante la afición antes del último día de partido ante el Estrasbourgo y delante de 46.000 entregados seguidores. Pero también está la locura que se ve menos y es la que ha desatado dentro del propio vestuario.
El PSG se ha convertido tras el fichaje de Messi en un equipo de ensueño, con la llegada de jugadores como Sergio Ramos, Donnarumma, Achraf Hakimi y Wijnaldum, que invitan a aspirar a ganarlo todo y con la primera Champions para el club como el objetivo prioritario. Pero Messi ha sido la guinda que ha traído a la plantilla ilusión a raudales, tanta que nadie querría ahora abandonar el equipo.
La llegada de Messi ha traído también un deseo entre la plantilla de estar a la altura y de agradar a la nueva estrella del PSG, tal y como desvela a Le Parisien una persona del entorno más cercano de un jugador del PSG: "Hay jugadores que se preguntaban por su futuro y que están influenciados por la llegada de Messi. Ellos reflexionan: Este puede ser el año de la Champions. Yo quiero formar parte de este gran equipo. Como el Real Madrid de los Galácticos, el Barça de Guardiola o el Milan de los años 90, este PSG puede hacer historia".
Mbappé, que ha asegurado que va a continuar un año más en el PSG, también se rinde en público ante el argentino. "Chicos, es Messi", espetó, con admiración, cuando sus amigos le preguntan sus primeras impresiones sobre su nuevo compañero. En los entrenamientos, después de un mes de inactividad Messi impresiona a sus compañeros: "Le lanzas una pelota incontrolable y te amortigua el pecho", se bromea uno. "Todo lo hace sencillo", apostilla otro. Todos quieren estar en el PSG de Messi. Nadie quiere quedarse fuera. La 'messimanía' ha llegado también al vestuario del equipo parisino.
En los pequeños juegos, cada uno intenta, de cara a la estrella, subir de nivel. Las cámaras de PSG TV inmortalizan el primer "duelo" en ejercicios de malabares (sobre una mesa) con Idrissa Gueye. La impresión bastante irresistible de facilidad técnica se extiende a lo largo de los días.