El pasado es el futuro
El Madrid de las segundas oportunidades (Ancelotti, Bale, Hazard, Jovic...) pasa revista hoy en Mendizorroza. Joselu, que no irá al Sevilla, la gran baza del Alavés.
Carlo Ancelotti pasó dos temporadas en el Madrid con tantos títulos como buenas sensaciones: la Décima, aquella Copa del Rey frente al Barça con el gol de Bale adelantando a Bartra por el arcén, la Supercopa de Europa ante el Sevilla y el Mundial de clubes frente a San Lorenzo. El equipo tuvo rachas huracanadas, llegó a enlazar 22 victorias consecutivas (récord nacional) y registró el mejor año natural de un equipo en la historia del fútbol español: 51 victorias y 178 goles en 2014, con dos triunfos y tres tantos más que el Barça de Guardiola en 2012. Aquel Madrid promedió 2,6 y 2,7 goles por partido en cada una de las dos campañas. El de la pasada, 1,69. Y es que esos 88 tantos del curso 2020-21 suponen el peor registro del equipo en 27 años. Inquietante. También Ancelotti ha ido a peor: firmó por tres años con el Bayern y sólo estuvo uno, tampoco cumplió su contrato en el Nápoles y no mejoró al Everton.
Así que el italiano y el Madrid retoman hoy oficialmente, en Mendizorroza, su relación en condiciones notablemente más difíciles que hace ocho años (sigue el partido en directo en AS.com). La pandemia ha dejado al equipo sin más fichajes que Alaba y, además, por el camino ha perdido a Ramos y Varane, sus centrales de referencia en la última década. El verano restó más que sumar. Y la Eurocopa, los Juegos Olímpicos y la propia COVID lo han complicado todo.
COVID, Juegos, Eurocopa, Copa América...
Benzema, Alaba y Odriozola tuvieron que parar a causa del virus. Once jugadores que estuvieron en Eurocopa y Copa América se incorporaron con retraso y tres más (Vallejo, Asensio y Ceballos, que se rompió y tardará en volver) estuvieron hasta el sábado pasado en los Juegos. Mendy no juega un partido desde el 10 de abril por culpa de una lesión de la que aún convalece. En las mismas se encuentra Carvajal. Una pubalgia va a tener al menos un mes fuera a Kroos. Marcelo se lesionó ayer. Y la pretemporada no ha espabilado a Mariano ni a Jovic. Así que el Madrid empieza hoy el curso como acabó el anterior, lastrado por los percances y sin una referencia real de por dónde anda porque sólo disputó dos amistosos serios: ante el Glasgow Rangers, plagado de suplentes (derrota por 2-1), y ante el Milan (0-0).
En cierto modo, su porvenir queda en manos de jóvenes que están tardando en explotar y de dos megaestrellas en decadencia: Hazard y Bale. El primero tardó en comenzar los entrenamientos con el grupo después de una Eurocopa gris en la que fue más suplente que titular. Sus once lesiones (más la propina de la COVID) le han hecho perderse 59 partidos en dos temporadas. Por ahí compite con Bale, que se rompió 23 veces en siete años y acumuló 474 días de baja, pero funcionó de manera intermitente. Eso sí, su secuencia de goles fue decreciente. Empezó con 22 y acabó con tres. El curso pasado, a medio gas, metió 16 en el Tottenham, a una respetable media de un tanto cada 100 minutos. Pólvora aún le queda, voluntad está por ver. Su partido ante el Milan resultó esperanzador. Hoy será titular en el debut oficial de Alaba, que quizá comience de lateral, aunque Miguel Gutiérrez tiene opciones.
El plan Calleja
El Alavés también viene de un año difícil con tres entrenadores en ocho meses, pero en Javier Calleja, que sólo perdió dos de los nueve partidos que dirigió en la recta final, encontró la salvación. Ha fichado poco y su principal refuerzo, el senegalés Loum, sufrió una rotura de fibras en pretemporada y será baja ante el Madrid. También se lo pierde Ximo Navarro. El japonés Hara se incorporó tarde, el club cerró a última hora a Pellistri, Luis Rioja hubo de parar por la COVID y su principal baza ofensiva, Joselu, sólo jugó el último amistoso (y marcó) a la espera de un traspaso al Sevilla que no ha llegado. Hoy apunta a titular, quizá con el rehabilitado Lucas Pérez como pareja.
Calleja quiere romper con ese estilo directo del curso pasado: fue el equipo que menos segundos y menos pases empleó en marcar sus goles y vivió en exceso de la estrategia. Fue el segundo que menos tantos hizo en jugada (19), pero el tercero en anotar a balón parado (17). También fue penúltimo en posesión, pero sin la pelota ganó en Valdebebas.
En pretemporada estuvo irregular, con cuatro victorias y tres derrotas, pero hoy juega en casa y tendrá el apoyo de 4.000 hinchas, muestra de que LaLiga ve al fin la luz. En el Madrid es más difusa. Su futuro está en manos de las segundas oportunidades: Ancelotti, Bale, Jovic, Hazard... Esa que probablemente no tendrá Odegaard, de nuevo en la puerta giratoria.