INGLATERRA

Misión Benítez: reconstruir tras 580 millones de despilfarro

El técnico llega al Everton en época de escasez, firmando jugadores libres, después de que se hubiera gastado esa cifra desde el aterrizaje del nuevo dueño en 2016.

Everton.

Rafa Benítez ha llegado al Everton y la palabra que más se oye es la de reconstruir. Desde el aterrizaje del actual propietario Farhad Moshiri en 2016, se dio luz verde a una inversión en fichajes en el club de 580 millones de euros y ahora Benítez paga esos excesos y los rigores de la pandemia, según cuenta el Mail. "Más de 500 millones de libas en gastos sin sentido han dejado a Benítez reconstruyendo a bajo precio, con Andros Townsend, Demarai Gray y Asmir Begovic llegando por solo 1,7 millones de libras", explica el diario inglés en claro apunte de que la tarea del español será complicada para luchar contra otros gigantes de la Premier.

Benítez, se explica trata de darle forma con muy baja inversión a un equipo en estado de depresión después de que la temporada pasada se diluyera como un azucarillo después de un gran inicio. "Hasta ahora el dinero no parecía ser ningún problema, 25 millones por aquí, 25 millones por allá", pero eso ha cambiado, explican en Inglaterra. A Benítez le urgía reforzar el juego por las bandas y muchos soñaban con Saha o Leon Bailey, pero nada más lejos.

Andros Townsend, que ya ha firmado, y Demarai Gray llegarán libres al Everton. El primero estaba sin equipo tras terminar su contrato con el Crystal Palace y el segundo, cedido por el Leverkusen. Además, Begovic apuntalará la portería para un total, de momento, de 1,9 millones de euros. Contrasta con lo que el United solamente pagará por Sancho, cerca de 90 millones o los 40 que ya invirtió el Liverpool por Konaté.Los movimientos han causado algo de desilusión en la hinchada, pero es lo que hay.

"Tienes que trabajar en el contexto que hay con un director de fútbol, la junta directiva y las restricciones financieras", anunció Benítez al poco de ser presentado. Antes de la llegada del actual dueño, el Everton se caracterizaba también por gastar poco, pero maximizaba resultados. Antes de la llegada de Moshiri, solamente en dos años de diez el Everton no estuvo entre los ocho primeros.

Pero el nuevo propietario llegó con la intención de dar un golpe en la mesa, que no termina de traducirse en esa escalada del club para poner en duda el status quo. Para empezar, durante sus tres primeras temporadas se gastaron 400 millones de euros en fichajes. Varias de esas incorporaciones fueron desastrosas. A la cabeza, Cenk Tosun (23,4 millones), Theo Walcot (23,4 millones), Klaassen (28 millones) y Bolaise (30 millones). Ahora el modelo de gasto ha cambiado, bien lo sabe Benítez que ha heredado una plantilla con cierta calidad, pero que echaba en falta recambios de nivel durante la temporada pasada y algún crack que sacara las castañas del fuego en momentos puntuales. Las bajas prolongadas de James no dejaron a Ancelotti mucho más margen de maniobra que, además, se ponía a temblar si un lateral derecho como Digne se lesionaba. Benítez, ante su más difícil todavía. Tendrá que ganarse el favor de los hinchas que le tienen marcado por su futuro red en economía de guerra.

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