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Italia ITA
1 (3)
Bonucci 66'
Inglaterra ING
1 (2)
Shaw 1'
Finalizado

EUROCOPA (FINAL) | ITALIA - INGLATERRA

De Londres al paraíso

Italia e Inglaterra, a por la Eurocopa. Los ingleses llevan sin ganar nada desde 1966. Los de Mancini suman 33 partidos invictos. Locura en Wembley.

Londres
Espectacular imagen del ambiente festivo que viven las calles de Londres, volcadas con su selección en esta final.
Espectacular imagen del ambiente festivo que viven las calles de Londres, volcadas con su selección en esta final.JUSTIN TALLISAFP
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Londres amanece grisácea y húmeda, hace 18 grados y llueve. Hoy es el día. Inglaterra lleva 55 años esperando este domingo. Han pasado cinco décadas desde aquel tanto de Hurst en la final del Mundial de 1966, ese histórico gol fantasma que coronó a los ingleses como campeones del mundo en el viejo Wembley. Mucho tiempo. Demasiado.

En el mismo escenario, aunque completamente renovado, se disputa esta noche el encuentro que tanto esperaban los ingleses (sigue el partido en directo en AS.com). Salvo que Italia lo remedie, pueden convertirse en el mejor equipo de Europa por primera vez en su historia. Durante todo este mes han sonado por el Reino Unido, y más concretamente en Londres, cánticos improvisados del Three Lions, el himno no oficial de The Lightning Seeds que retumba en cualquier rincón del país. "It's coming home", dice su letra. Y eso espera su gente, que la Eurocopa venga a casa (en este caso, se quede en casa).

Inglaterra se ha acostumbrado a vivir con el fracaso de su selección: la mano de Dios, los penaltis de Italia 90, los del 96 con fallo de Southgate (hoy seleccionador), la tarjeta roja a Beckham en Francia, Calamity James, el no gol de Lampard en Sudáfrica, el fiasco de Rooney, el batacazo ante Islandia…

Al tiempo que su liga, la Premier, se convertía en la más poderosa y cautivadora del mundo, la selección iba de batacazo en batacazo. Fue necesaria una profunda remodelación del modelo para llegar hasta hoy. La FA puso a una serie de técnicos en categorías formativas para dotar de un estilo a los equipos. Se creó un gran flujo de futbolistas entre selecciones juveniles. Llegaron los resultados. Nació el ADN Inglaterra: gente con buen pie, rápida y vertical.

Cabeza visible. Southgate fue el seleccionador Sub-21 cuando pasaron por sus manos jugadores como Stones y Kane; después, ya como técnico de la absoluta, coordinó el crecimiento de otros muchos jóvenes que hoy tiene a su disposición en la Eurocopa: Pickford, Rice, Mount, Sterling, Rashford, Calvert-Lewin, Foden, Sancho… Unos fueron campeones del mundo Sub-20 y otros, Sub-17. Algo importante se intuía.

La primera pincelada llegó con las semifinales del Mundial de Rusia y la constatación está siendo la Eurocopa. Southgate ha ido moldeando el equipo. Sólo le ha bailado el puesto por la derecha. Saka es el titular, con Grealish y Sancho como alternativas. Foden, tocado, podría perderse la final.

La historia inglesa habla de necesidad; la italiana, de resurrección. Hace sólo tres años Italia tuvo que ver el Mundial por televisión, un mazazo de unas consecuencias terribles para un equipo tan ganador. Lejos de hundirse, los italianos moldearon un equipo que se ha convertido en una máquina casi perfecta. Lleva 33 partidos sin perder a las órdenes de Mancini y tiene la Eurocopa grabada a fuego, pues sólo conquistó una hasta hoy.

El equipo vertiginoso que se vio durante el torneo dio paso a otro más sufridor en semifinales, pero igualmente victorioso. La Azzurra se ha sobrepuesto a la lesión de Spinazzola, su mejor hombre, y ha encontrado en el entusiasmo de un equipo hambriento su receta para conquistar Wembley. El ejemplo claro es Chiesa, el joven que ha dado un golpe en la mesa para decir que aquí está él y aquí está Italia. Por mucho que Inglaterra juegue en casa, por mucho que tenga todo preparado para una gran fiesta, Italia siempre es Italia.