Bonucci-Chiellini, el mejor dúo de centrales del mundo tiene un reto

Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci tienen una cuenta pendiente con España. Son los únicos dos azzurri de Mancini que disputaron la humillante final de 2012 que vio a La Roja triunfar 4-0.

El primero, además, también fue titular en el encuentro de 2008, el de los penaltis que cambiaron la historia del fútbol ibérico. Juntos suman 70 años y 217 partidos con la absoluta, pero ni esta joven y nueva Italia quiso renunciar a su liderazgo. Con el 'Mancio' hay una filosofía distinta, se juega más arriba y se ataca fuerte, pero la zaga sigue siendo un muro. De hecho, lo es más que nunca: ante Austria llegó a 1.168 minutos seguidos sin encajar goles, el mejor registro de su historia, superando el de Zoff (1.143'), que era un récord mundial.

Los de la vieja 'BBC del catenaccio', ya huérfanos de Barzagli, marcan la diferencia también con otro estilo, pero sin perder su identidad.

A Chiellini, un duro atípico y licenciado en economía, le sigue encantando pegarse con los rivales. Lo hace con una sonrisa, aceptando y devolviendo los golpes más fuertes. Hablando de sus duelos con Lukaku, al que casi sacó del césped el viernes, dijo que siempre acaban "con moratones", pero no era una queja. Al juventino le habrá parecido rarísimo no ver a Ramos en la lista de España. En su autobiografía habló del exmadridista como "el mejor defensa del mundo" y definió "un golpe maestro" lo ocurrido en la final de Champions 2018 con Salah.

A Bonucci, en cambio, le gusta tocar el balón. En 2019 declaró a AS que prefiere "los estilos de Guardiola y Sarri", pero cuidado: en la misma entrevista, antes de un Atleti-Juve, avisó a su amigo Morata diciéndole que le daría "una paliza", algo que sabe hacer dentro y fuera del verde. En 2012, intentaron atracarle a punta de pistola y reaccionó dándole al ladrón un puñetazo en la cara y persiguiéndolo por las calles de Turín...

La pareja llega a la cita con España en uno de sus mejores momentos. Tras su actuación ante Bélgica, le llovieron elogios por todas partes. Hasta un rival histórico como Schweinsteiger los definió "los mejores centrales del mundo en este momento". La Roja está avisada.