La cuenta atrás de Mbappé
La cuestión del futuro del jugador del PSG se reactiva tras la eliminación de Francia en la Eurocopa.
La eliminación de Francia en la Eurocopa activa la vía Mbappé. El jugador había aparcado su futuro para no distraer la atención en la concentración de Les Bleus para el torneo, pero el adiós, más prematuro de lo esperado, de su selección reaviva el debate sobre su futuro. Aunque aún no se haya abierto oficialmente el mercado de fichajes (lo hará oficialmente este jueves, 1 de julio), se inicia para el Madrid una ardua carrera para fichar a la estrella del PSG, que no lo pondrá nada fácil.
Mbappé lleva meses enviando mensajes sobre su futuro de una u otra manera. El primero, su reticencia a extender más allá de junio de 2022 el contrato que le ata al PSG. El jugador ha dado largas a las propuestas de renovación del club parisino, enrocado en retener a su estrella. El pasado 6 de junio, el presidente Nasser Al Khleaifi decía en una entrevista en L'Èquipe: "Mbappé va a seguir a París, nunca vamos a venderle y nunca saldrá libre". Toda una declaración de intenciones al tiempo que aseguraba que las negociaciones iban por el buen camino. Su continuidad en el Parque de los Príncipes se ha convertido en una cuestión de estado, hasta tal punto que ha llegado a pronunciarse el propio presidente de la República, Emmanuel Macron. "Es importante que se quede en el PSG, tanto para el club como para la liga francesa", dijo el jefe del Estado francés.
Pero el futbolista ha querido marcar distancias con su actual club y no escatimar guiños al Madrid. Mbappé ha estado especialmente cariñoso con Benzema desde que se conoció el regreso del delantero madridista a la selección francesa. Primero en redes sociales y luego durante la concentración. En contraste, los mensajes que ha dirigido al PSG en las últimas semanas han sido tibios, por no decir fríos. "Quiero estar donde realmente puedo ganar, con un proyecto sólido a mi alrededor", decía antes de la última jornada de la liga francesa, al recoger el premio al mejor jugador de la temporada, quizás con la frustración de ver cómo el Lille se disponía a arrebatar el título de Liga a su equipo, como acabó sucediendo.
Las negociaciones han entrado en un escenario de guerra fría a tres bandas. El PSG quiere retener a toda costa al jugador y éste, al contrario que Neymar (quien ya renovó hasta 2025), se hace el remolón. El Madrid, por su parte, ha mimado la relación con el club francés para cuando llegase el momento de mover ficha. El momento es ahora. Aunque en el club deseaban en la Eurocopa lo mejor para Mbappé (y que, por extensión, también lo era para Benzema y Varane), creen que la eliminación de los de Deschamps y cómo se ha producido puede acercar al jugador al Bernabéu. Llamado a ser el héroe de Les Bleus, su penalti fallado en la tanda contra Suiza le ha convertido en villano y el ambiente contrario en torno a su figura puede empujarle a romper amarras en un destino alejado del día a día del fútbol francés.
El principal obstáculo para su llegada sigue siendo el apartado económico. El Madrid no puede ni quiere afrontar un traspaso desproporcionado que pueda comprometer sus cuentas en un contexto económico muy deteriorado por los estragos de la pandemia. Y si hay algo que no es un problema en el Parque de los Príncipes es el dinero. Ni el riesgo de exponerse a que Mbappé se vaya gratis dentro de un año inquieta a un PSG que se ha mostrado inflexible en situaciones similares. Rabiot sufrió en sus carnes cómo el club le tuvo toda la segunda mitad de la temporada 2018-19 sin jugar ante la negativa a renovar su contrato.
Mientras tanto, Mbappé no pierde la calma ni la esperanza y se aferra a la experiencia. "La última vez que me tomé tiempo fue en 2017 para fichar por el PSG, porque fiché justo el 31 de agosto". La cuenta atrás ha comenzado.