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VENEZUELA

Adiós con la cabeza alta

La Vinotinto se despidió de esta Copa América a las primeras de cambio pero dando la cara pese a la cantidad de inconvenientes que han sufrido.

Adiós con la cabeza alta
EVARISTO SAAFP

Se acabó la Copa América para la Venezuela de José Peseiro. La Vinotinto se despidió a las primeras de cambio pero dando la cara pese a la cantidad de inconvenientes que han sufrido antes y durante el torneo, con bajas clave en el equipo y un brote de coronavirus que también dejó fuera de combate a varios jugadores importantes.

La selección venezolana supo semanas antes del inicio del campeonato que no iba a poder contar con uno de sus grandes referentes históricos, Salomón Rondón, al que se le fueron sumando piezas fundamentales en esta Vinotinto de la talla del capitán, Tomás Rincón, Darwin Machís y Josef Martínez o con pilares básicos como Yángel Herrera, Yeferson Soteldo o Rómulo Otero apenas pudiendo jugar unos minutos desde el banquillo.

Pero la selección venezolana tiró de orgullo y estuvo más cerca de lo que parece de lograr la machada de clasificar a cuartos aunque el duelo decisivo ante Perú no fuera del todo bien. Con Wuilker Farínez exhibiendo reflejos bajo palos tras no estar y caer en el debut frente a Brasil, la Vinotinto recuperó sensaciones y logró empatarle a Colombia y a Ecuador para llegar con opciones al último duelo pero no pudo con Perú.

Los agujeros en el once provocados por las bajas fueron bien parcheados por Peseiro con lo que pudo, sacando un notable rendimiento de jugadores que no tenían los focos sobre ellos, como José Martínez, Cristian Cásseres o Junio Moreno en la medular pero también con la irrupción de nombres como Luis Mago y Adrián Martínez en la zona defensiva.

El principal debe del equipo ha sido con mucha probabilidad el olfato goleador. Con Aristeguieta demasiado solo arriba y apenas llegándole balones para generar ocasiones, la Vinotinto sólo ha marcado dos goles en cuatro partidos, demasiado poco arsenal para competir de tú a tú contra las defensas rivales.

Venezuela se despide de esta atípica Copa América pero lo hace con la cabeza alta y la sensación de haber sacado más rendimiento del esperado dadas las circunstancias pese a despedirse en la fase de grupos. Seguir consolidando la idea de juego y abriendo paso a los jóvenes talentos será el gran objetivo de cara a las Eliminatorias Sudamericanas, en las que la Vinotinto es novena con 4 puntos en seis partidos.