Infierno danés en Ámsterdam a pesar de las restricciones

Dinamarca contará con el poder del factor campo en su partido de octavos del próximo sábado ante Gales. A pesar de que el Gobierno de Países Bajos, donde se disputa el encuentro, obliga a los viajeros a pasar una cuarentena para evitar los contagios de COVID-19, este martes el Gobierno danés ha anunciado que dará permiso a 3.000 aficionados daneses para ir a Ámsterdam y volver en menos de 12 horas. Con este permiso, el viaje por el país neerlandés se considera un 'tránsito' por la Unión Europea, que permite a los viajeros evitar el confinamiento durante diez días.

Esta situación no preocupa a una Gales que llega a la cita con la moral por las nubes. En sus dos partidos en Bakú (Azerbaiyán) ha visto como las gradas se llenaban de aficionados suizos y turcos y en Roma, en el Olímpico, jugó como visitante ante la anfitriona Italia. Se ha acostumbrado a jugar en campo ajeno en esta Eurocopa. "El partido de Turquía en Bakú fue un desafío que amamos y disfrutamos", dijo el defensa del Tottenham Rodon en declaraciones recogidas por The Independent.

"Es una pena que los galeses no nos puedan acompañar hasta Ámsterdam, pero jugar como si fuera un campo rival es algo que nos motiva", concluye Rodon que hasta el momento ha sido uno de los mejores defensas del torneo.