De Montilivi a Primera
Girona y Rayo luchan hoy por el ascenso. Los catalanes, que juegan en casa con 1.500 aficionados de su lado, parten con ventaja gracias al 1-2 de la ida.
No va más. Girona y Rayo se juegan, en el mejor de los casos (puede haber prórroga, pero no penaltis), el ascenso a una sola carta en 90 minutos. El objetivo de toda una temporada pasa por lo que suceda esta noche en el estadio de Montilivi y mientras que los catalanes buscan hacer bueno el 1-2 obtenido en la ida en Vallecas, los madrileños deben remontar. Ambos conjuntos bajaron de la mano a Segunda hace dos temporadas y ahora están en disposición de volver a tocar el techo del fútbol español. Eso sí, sólo hay billete para uno.
El Girona tiene mayor margen de maniobra porque además de que parte con la ventaja de dominar la final por 1-2, tiene otro as bajo la manga: aunque el Rayo lograra igualar el resultado en Montilivi (1-2), el ascenso sería rojiblanco. El motivo no es otro que, al no haber penaltis, si tras la prórroga se mantiene el empate el equipo que acabó mejor clasificado la Liga es el beneficiado. Y el Girona, que fue quinto, sería el agraciado porque el Rayo acabó sexto. Pero el bloque de Francisco espera no llegar a tal extremo de sufrimiento. Su momento es idílico y, tras tres finales de playoff fallidas, con la de la pasada temporada ante el Elche aún sin cicatrizar, la sensación que impera en la ciudad es que ya toca. Lo que hace estar más tranquilo, aunque no asegure nada, al grupo son los 11 partidos seguidos sin perder y que en este tramo únicamente han recibido tres tantos. Mantenerse subido en la buena ola es crucial y de ahí que Francisco, que cuenta con todos sus jugadores disponibles tras recuperar a Aday y Bárcenas, no tenga en mente hacer demasiados cambios respecto al duelo de ida en Vallecas. El 5-3-2 es el sistema que les ha encumbrado y la única variación sería la aparición de Stuani. El uruguayo dejó grandes sensaciones en los cerca de 30 minutos que dispuso en Vallecas y si hay un partido en el que forzar es este. Acompañaría a Sylla arriba y forman una dupla temible: entre los dos suman 21 goles. El resto del equipo, el que la afición rojiblanca se conoce de memoria. Yan Couto, además, ha evolucionado bien del golpe que sufrió en la pierna izquierda en la ida y está para ser titular en el carril zurdo.
En Girona, el optimismo es alto, pero si va por barrios, en el de Vallecas se confía, y mucho, en la remontada. Si hay un equipo capaz de ello es el madrileño porque este año, en Liga, ha conseguido levantar siete resultados adversos. Y uno de ellos fue, precisamente, ante el Girona el pasado 10 de abril (2-1). Los de Iraola tratarán de dar la campanada en una misión difícil, pero no imposible y, para ello, el técnico mantendrá su once tipo de las últimas semanas, con Luca bajo palos; Advíncula, Saveljich, Catena y Fran García en la retaguardia; Óscar y Comesaña en la medular; por delante Isi, Trejo y Álvaro; dejando en punta a Qasmi. El técnico tiene pólvora en el banquillo y Pozo o Bebé podrían aguardar en la recámara para saltar al verde si el duelo se encasquilla. Los rayistas están obligados a ganar y ascenderían con cualquier victoria salvo el 0-1 y el 1-2.