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LEGANÉS

Muere Salustiano Toribio, el hincha más longevo del Leganés

A sus 106 años, Salus, como le conocen en su barrio de San Nicasio, era una referencia de la ciudad y un fiel hincha del Leganés. El club se ha volcado en su recuerdo.

Muere Salustiano Toribio, el hincha más longevo del Leganés
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Aquellas dos manos firmes, pese a lo frágil de su aspecto sujetaban una carta que encerraba sentimientos impresos a tinta azul. Todo sobre un fondo blanco. Como los colores del Leganés, el equipo de Salustiano Toribio. Fue la penúltima vez que lo vimos, leyendo aquella carta en la que Victoria Pavón, la presidenta del club (su presidenta) mandaba a todos los abonados un carnet que ya no variaría. Que es para siempre. Como Salus, como le conocían en su barrio, en San Nicasio. Hoy, a los 106 años, Salus se ha ido. Ha fallecido en una muerte que llora toda la ciudad y la afición de un equipo que el aficionado más longevo de los pepineros llevaba tatuado en el alma.

“A mí el fútbol me da la vida. Me gustaría, cuando pueda salir de aquí, ir al campo”, comentaba en aquel vídeo en el que el Leganés le dedicaba el enésimo tributo por su fidelidad. Salustiano hablaba desde la residencia de ancianos en la que vivía, ésa en la que el Coronavirus le había encerrado. Sin opción de pisar la calle, el Leganés seguía habitando en su memoria. En su corazón.

Pero la vacunación avanzó y con la debida protección, Salus hizo realidad su deseo. Con su andador en marcha, sin saber en verdad quién sujetaba a quién, si el aparatejo a Salus o viceversa, el club le invitó a ver el estadio en el que hace cuatro años y medio hizo el saque de honor en la previa de un Leganés – Sevilla que se jugó en Primera División. Un sueño para este hincha que tenía 14 años cuando, en 1928, el entonces llamado ‘Equipo de los Once Leones’ pasó a llamarse CD Leganés. Salus tenía más años que el club de sus amores.

Feliz por pisar de nuevo el estadio, su vitalidad retó a su físico y se atrevió a andar por el tupido césped que es ahora casa de los pepineros. No es la primera en la que había visto jugar a los suyos. Salus conoció todos aquellos campos en los que habían jugado el Lega. Desde el campo de la Plaza de Roma hasta el situado en el actual Campo de Tiro pasando por el Luis Rodríguez de Miguel y, ahora, Butarque.

Ahí sí, fue la última vez que lo vimos. El Leganés se ocupó de dar buena cuenta de una visita que emocionó a la ciudad entera. No obstante, Salus era hijo predilecto de la ciudad en una decisión que se hizo pública a la par que el nombramiento de Dani Carvajal, defensa del Real Madrid y pepinero, con el mismo título. Pese a lo relevante del zaguero internacional, Leganés vibró más con la emoción de ver a Salustiano (entonces tenía 104 años) reconocido por los suyos. Muestras de cariño que hoy se han multiplicado al saber de su muerte, pero no de su partida. Su ejemplo y pasión por el Lega siguen aquí. Él, como el carnet que sujetaba con manos firmes, aunque frágiles, son para siempre. Eterno Salustiano.