Sergio González, de héroe a villano en tres años
El ya extécnico del Real Valladolid ascendió al conjunto pucelano y logró dos permanencias, pero en su tercera campaña en Primera no pudo salvar al equipo.
Sergio González ya no es entrenador del Real Valladolid. El club de Ronaldo Nazario ha comunicado esta mañana que el técnico catalán, y el director deportivo, deja de pertenecer a la entidad después de que ayer se confirmara el descenso y haber acumulado 12 partidos consecutivos sin ganar, venciendo sólo en cinco encuentros en esta temporada.
Con la salida del entrenador de Hospitalet, deja el club blanquivioleta un entrenador histórico, el tercero que más partidos ha dirigido en Primera (114) y el que más lo ha hecho de manera consecutiva, siendo el único que dirigió al equipo un centenar de duelos seguidos. Desde su llegada en abril de 2018, el técnico logró un ascenso casi milagroso y dos permanencias trabajadas con uno de los dos presupuestos más humildes de la categoría.
Esta temporada, sin embargo, el club hizo un desembolso importante para dar un salto de calidad que no se ha traducido en un mejor equipo, ni en buenos resultados lo que ha llevado a la entidad blanquivioleta a prescindir del técnico pese al apoyo que siempre le ha mostrado Ronaldo Nazario. El catalán nunca pareció adaptarse a los jugadores que incorporó el club, perdió la fortaleza defensiva y no fue capaz de que su equipo tuviera una regularidad en el juego lo que le ha llevado a estar en zona de descenso, donde acabó, en 16 de las 38 jornadas. Falló en algunos planteamientos y cambios, mientras tampoco terminó de tener el control del vestuario. Todo ello oscurece el gran trabajo que hizo sobre todo en la campaña del ascenso y la primera en Primera. Ahora el club trabaja para firmar otro entrenador para afrontar la temporada en Segunda con un perfil claro: español y conocedor de la categoría.
Sergio González, que siempre afirmó estar muy agradecido al club y a la ciudad, se ha mostrado como una persona amable y educada en estos años, completamente integrado en la ciudad, donde no era difícil encontrarle paseando con su familia en la zona del Campo Grande. Sin embargo, las críticas en la última temporada sí le afectaron hasta el punto de que él mismo confesó haberse quitado de las redes sociales, mientras pasó a tener una actitud más hermética en las ruedas de prensa. Y es que parece claro que esta última campaña le ha sobrado en Valladolid ya que para el gran público ha pasado de 'héroe', con el ascenso, a 'villano' por el descenso. Ahora, tres años después, volverá a Barcelona donde será padre por tercera vez el mes que viene y se operará de la cadera, mientras que espera nuevas ofertas para volver a entrenar.