Cuando el Espanyol marcaba tres goles por partido
Con 70 goles a favor, el cuadro perico no será el que más anotador de la historia en una misma liga. En el curso 50-51, los pericos hicieron 82 tantos en 30 encuentros.
Con 70 goles a favor, a nadie se le escapa que el Espanyol de Vicente Moreno puede ser el máximo goleador de la historia blanquiazul en una liga. A su favor, su dominio en LaLiga SmartBank, el hecho de jugar 42 encuentros (restan aún dos jornadas) y la cantidad de delanteros con un nivel superior a la categoría que tienen los blanquiazules, con Raúl de Tomás (22), Adrián Embarba (9) y Javi Puado (12) como tridente más significativo.
Pero este récord no lo va a romper el equipo perico. En la temporada 1950-51, el Espanyol jugó 30 encuentros, quedó el undécimo del campeonato pero rompió el marcador de goles a favor, con 82, el registro más alto de su historia, aún inigualable. Aquella competición fue una de las que más goles vio de la historia pese a que solo participaron 16 equipos, pero contó con varias particularidades después de que la Selección española consiguiera el cuarto puesto en el Mundial de Brasil de 1950.
El primer hecho que desencadenó la lluvia de goles fue el poco nivel del Lleida, el colista de la categoría con 13 puntos y 134 tantos recibidos, el conjunto más goleado de la historia de Primera. En su debut en la elite, los ilerdenses compitieron como pudieron pero recibieron duras goleadas como por ejemplo el 10-1 del Deportivo, 10-0 del Athletic o el 8-0 del Espanyol (entonces Español), que sí cosechó, en su condición en ocasiones de equipo medicina, una derrota en el Camp d'Esports por 5-4. Y es que los goles cayeron como lluvia aquella campaña.
Aquel Espanyol obró dos goleadas para el recuerdo ante Real Madrid y Barcelona, reflejo de su potencial ofensivo y de la magia de Sarrià, donde se consiguieron 61 de los 80 tantos. El derbi fue especial y recientemente se celebraron 70 años de aquella efemérida en la que los pericos ganaron por 6-0 al Barça. Ante el Real Madrid, tres cuartos de lo mismo: un 7-1 ante un conjunto blanco que finalizó noveno aquella campaña. Ver al Espanyol en Sarrià (cuarto mejor local) era una garantía de éxito.
Para conseguir ese récord, la plantilla perica contó con grandes delanteros que años después, en el famoso equipo del Oxígeno, se convirtieron en los mejores del campeonato. Un caso es el de Javier Marcet, pichichi perico con 18 tantos. Le siguieron Julián Arcas con 16, Rafa Grau con 13, como José Egea. Hasta 11 futbolistas marcaron goles en un fútbol muy posicional y donde las demarcaciones se respetaban con exceso. Un récord que aún perdurará.