En el Congreso de la UEFA que tuvo lugar en Estambul durante el mes de abril de 1978 se aprobó engrandecer la fase final de la Eurocopa. En lugar de celebrarse en el país de uno de los cuatro semifinalistas, tendría lugar en una sede prefijada a la que acudirían ocho selecciones (los campeones de siete grupos clasificatorios y el país anfitrión) y no cuatro. La elegida fue Italia, que después de doce años volvía a acoger la fase final. Bélgica fue la gran sorpresa, se clasificó la primera y disputó la final a Alemania Federal que, con un gran Rummenigge y un imperial Schuster, se convirtió en la primera selección en lograr el bicampeonato. (Foto de apertura: Una inauguración desangelada para un torneo pobre).
La ceremonia no desentonó con el nivel futbolístico
La VI Eurocopa comenzó así, con este protocolo inicial monocorde y aburrido ante unas gradas semivacías. Esto sería una tónica a lo largo del campeonato. El torneo despertó poco interés en una afición escarmentada por el reciente escándalo en el Calcio y por el escaso nivel futbolístico del que disfrutaron encuentro tras encuentro.
Una mascota polémica
Pinocchio fue la primera mascota eurocopera. La Walt Disney Company reclamó con fuerza sus derechos sobre ella al considerarla copia del famoso personaje literario. El balón fue una versión idéntica al Adidas Tango Durlast empleado en el Mundial de 1978. Las veinte piezas con ‘tríadas’ creaban la ilusión óptica de que había doce círculos idénticos.
1 ESTADIO OLÍMPICO (Roma) El antecedente primero de este campo se encuentra en el llamado Stadio dei Cipressi (Estadio de los Cipreses), que fue construido en el marco del proyecto de creación de una auténtica ciudad de los deportes que se llamaría Foro Mussolini (y que después de la guerra se rebautizó como Foro Itálico). En diciembre de 1950, fueron abiertas las canteras para la reconstrucción del Estadio Olímpico y el 17 de mayo de 1953 fue finalmente inaugurado. Con un aforo para 86.500 espectadores, acogió la final.
2 GIUSEPPE MEAZZA (Milán) Comenzó su construcción en 1925 en el distrito de San Siro, de donde obtuvo su primer nombre. El 3 de marzo de 1980 fue renombrado, en honor al futbolista del Inter y del Milan.
3 SAN PAOLO (Nápoles) Fue inaugurado en 1959. El proyecto inicial constaba con una sola tribuna (la actual tribuna superior), pero se decidió agregarle un anillo inferior. Así, aumentó su capacidad hasta 87.500 espectadores.
4 COMUNALE (Turín) Construido en 1933, fue bautizado como Stadio Benito Mussolini, en honor al líder fascista, y tras la II Guerra Mundial, fue rebautizado como Stadio Comunale. Con capacidad para 40.000 espectadores.
Con el ‘Totonero’ de fondo
Doce años después, Italia albergó su segunda Eurocopa bajo un ambiente caldeado por el escándalo de las apuestas ilegales, el llamado Totonero. Los italianos descubrieron que la mafia sobornó a algunos jugadores para que decantaran partidos a su favor. Veintisiete futbolistas, entre ellos, Paolo Rossi, estaban implicados y la federación italiana tomó cartas en el asunto: descendió de categoría al Milan, suspendió de por vida a Albertosi y castigó con tres años a Rossi, aunque posteriormente la sanción se redujo a dos. Sea como fuere, el delantero se perdió la Eurocopa de su país. Italia ya comenzó convulsionada.