ATLÉTICO B

El hundimiento del Atlético B invita a una reflexión en el club

Duro revés para la cantera rojiblanca tras el 'doble descenso' del filial, que jugará la próxima temporada en Tercera RFEF, la quinta categoría nacional.

JAVIER GANDUL

El domingo se confirmaron los peores presagios para el Atlético B, que necesitaba un triunfo y una carambola para llegar vivo a la jornada final y perdió 3-0. El filial selló así su descenso en la peor temporada para bajar, porque cae dos categorías. De Segunda B pasa a la Tercera RFEF, lo que, tras la remodelación del fútbol no profesional, supone estar en la quinta categoría. Un varapalo para el segundo equipo y, en verdad, para toda la cantera rojiblanca.

La Tercera RFEF funciona como la Tercera de siempre, es decir, el Atlético B competirá en el grupo madrileño. La gran diferencia es que, si en 2019 y 2020 el equipo jugó el playoff de ascenso a Segunda, ahora la categoría de plata le queda a tres escalones. Y eso, al planificar la plantilla, es un lastre que condiciona todo. Para empezar, de cara al primer equipo, no es lo mismo que Simeone sondee a jugadores de un equipo fuerte de Segunda B (salto de dos divisiones) a vigilar a los de Tercera RFEF (abismo de cuatro categorías).

Camello, Garcés, Soriano, Ricard...

La temporada ya era un fin de ciclo en el Atleti B, pero el doble descenso lo agrava aún más. Así, en el club toca reflexionar sobre el futuro de los Camello (20 años), Ricard (21), Toni Moya (23), Mario Soriano (19)... y otros que han estado cedidos como Borja Garcés (21) y Sanabria (21). Pero no sólo hay cambios en la plantilla, sino en el organigrama de la Academia. AS ya contó hace un mes que el Atlético prescindía de nombres importantes como Javier Vidales, Javier Fernández y Juan Coronel para dar un giro al trabajo del fútbol base. La consumación del desastre podría traer más cambios.

“Luchamos hasta el final, nos dejamos la vida por estos colores pero no nos dio para alcanzar el objetivo. Año duro que nos sirve de aprendizaje”, publicó en sus redes Camello, uno de los más prometedores de esta camada. Ricard, otro de los que ha tenido oportunidades con el primer equipo, añadía: “Rabia, impotencia, querer y no poder... luchamos hasta el final y no llegó. Volveremos y volveremos más fuertes”.

Sextos en un grupo de ocho del que se salvan dos

El Atlético B es sexto y le queda recibir en la última jornada al Villarrobledo, colista. El filial puede aspirar a ser tercero, pero en cualquier caso sería el peor de los cinco grupos y caería igual. No obstante, por buscar alguna motivación, el equipo de Rivas puede tratar de asaltar ese tercer puesto para tener prioridad si se diera un descenso administrativo. La despedida a un año para olvidar...

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