El bicentenario de Savic
Llega a los 200 partidos con el Atlético en su mejor momento de rojiblanco. Hombre de campo más usado por Simeone, los soldados adscritos a su 'ejército' sin dejar de crecer.
Cuando Savic llegó al Atlético pasó también esa particular mili a la que se enfrentan los que se visten la rojiblanca por primera vez con Simeone. Le costó entrar, ser titular. Terminaría la temporada con tan solo 24 en su cuenta particular (el Atlético jugaría 57 en total) pero eso no supuso que el seleccionador de Montenegro, su país, le dejara de llamar para su cita con su selección. Siempre ahí estaba, parón a parón. "Si no juega con el Atlético, mejor para nosotros, más fresco estará para nosotros", declaraba el entonces seleccionador, Branko Brnovic. Seis años después, sus palabras se entienden mejor. Brnovic sabía. Que Savic era un grandísimo central y siempre cumplía. Ayer, en el Camp Nou jugó su partido 200 con la rojiblanca. Es el 15º extranjero que alcanza esa cifra (por delante, todo leyendas, Godín, Filipe, Perea, Oblak, Griffa, Correa, Griezmann, Madinabeytia, Mendonça, Agüero, Tiago, Giménez, Futre y Ayala) y el segundo balcánico más alto en la lista, sólo superado por Oblak (que en el partido del sábado llegó a los 300).
"Orgulloso de llevar esta camiseta 200 veces", declaraba en su cuenta de Instagram con una foto del partido, en una jugada con Griezmann. Vive su mejor momento en el equipo, convertido en el futbolista de campo más utilizado por Simeone esta temporada, 3.564, sólo por detrás de Oblak. Allá donde siempre decía Saúl ahora pone el apellido del balcánico. Es fiable y taxativo, sin adornos, siempre eficaz. Los soldados adscritos a su ejército no dejan de crecer. Ya es un clásico.
Sin lesiones en esta 2020-21
Perteneciente al 'clan balcánico' rojiblanco (Oblak, Vrsaljko, Grbic...), Savic no se arruga ante nadie, ni propios ni extraños. Es conocida la vez que le lanzó al Profe Ortega una bota en el vestuario porque le escuchó decir sobre él: "Este no se puede ni mover". Cuando se fueron Godín y Lucas, se convirtió en la pareja de Giménez para alzar un muro ante Oblak. Pero tiene algo que le diferencia con respecto a los demás: no se ha lesionado en esta 2020-21, siempre está, siempre se puede contar con él. Y eso vale mucho. El montenegrino sí ha sufrido lesiones en sus seis años como rojiblanco, una pubalgia, una uña encarnada, la nariz, las seis musculares que encadenó en la 2018-19, poniendo de manifiesto su único sino: lo que le cuesta reincorporarse tras esas lesiones. Pero una vez vuelve y se estabiliza no recae. Con su sempiterno bigote y aire Alatriste, tiene contrato hasta 2023. Se ha hecho imprescindible. Ahora es Simeone, como otrora Brnovic, quien sabe bien.