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LEGANÉS

Butarque se queda sin fiesta

El Leganés no podrá abrir las puertas de su estadio para albergar público en la fase de ascenso del filial por las reticencias de Sanidad. La intención era albergar hasta 3.000 espectadores.

Butarque se queda sin fiesta
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Butarque se queda sin fiesta. También sin público. El plan del Leganés de abrir de nuevo el recinto en, al menos, un partido de la fase de ascenso de su recién ascendido filial no se podrá llevar a cabo por las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias. El Ayuntamiento autorizaba la presencia del 25% del aforo de Butarque (3.000 butacas de 12.545), pero la última palabra es de la Consejería de Sanidad. Sus reticencias con anteriores eventos celebrados en la ciudad han provocado que el club desdeñe el plan.

El Ayuntamiento de Leganés ya había intentado que la fase de ascenso a la Liga Femenina Endesa de Baloncesto, disputada recientemente en la localidad, se jugara con más de 600 espectadores, el máximo que permite la normativa sin necesidad de requerir la autorización de Sanidad. Pese a tratarse de un evento más relevante que este duelo del Lega B, Sanidad negó el permiso al consistorio. La fase de ascenso de las chicas se disputó finalmente con ese límite de 600 espectadores.

Durante toda la jornada de hoy se han sucedido los contactos entre el Leganés y los estamentos correspondientes para sondear la opción de que el duelo entre el filial y el Unión Adarve se jugara bajo las premisas un aforo máximo de 3.000 espectadores, pero ante las señales de que la respuesta de Sanidad sería negativa (el Leganés B-Adarve no es un evento de alta relevancia), se ha decidido finalmente descartar la idea.

Mejor con más de 600 hinchas

Cierto es que el Leganés podría haber abierto las puertas de Butarque para ese tope de 600 espectadores, apenas un 5% del aforo, pero en el club entienden que, de permitir de nuevo espectadores en su estadio, debe ser para albergar mucho más público y no una cifra tan baja. De ahí que este choque, el último que disputarán los de Carlos Martínez tras subir ayer a Segunda RFEF, se juegue como hasta ahora en la ID Butarque, el centro de entrenamiento del Leganés.

Este espacio, con una capacidad cercana a las 1.200 personas, cuenta con la autorización de contar con hasta 600 espectadores, aunque en los últimos partidos del Leganés no ha completado nunca ese aforo máximo y se ha quedado en el entorno de los 400 hinchas por encuentro.

Las intenciones del Leganés, tal y como reveló AS hace unas semanas, era premiar a los chicos del filial llevándose la fase de ascenso a su estadio. Primero la idea se descartó hasta que no se consiguiera certificar el cambio de categoría por razones deportivas. El cuerpo técnico consideraba que jugar todos los partidos en Butarque podía ser perjudicial por la costumbre de competir en la ID Butarque y por la presión que podían sentir los chicos. El club aceptó la idea de llevar el choque al estadio sólo como premio, pero el recinto finalmente se queda sin fiesta. La última vez que este recinto albergó público fue el 29 de febrero de 2020 en un Leganés – Alavés de Primera División.