Conjura y plan A para cerrar la salvación

Hace una semana Getafe temblaba con la situación del equipo. Tras una pésima racha de resultados los azulones se asomaban al abismo del descenso y en el horizonte más cercano estaban Real Madrid y Barcelona, con la visita a Huesca como colofón. Hay dos factores que cambiaron la dinámica. Una comida de confraternización previa al choque contra los de Zidane sirvió para que quedase claro que el objetivo común de la permanencia valía más que cualquiera individual. Algunos tomaron la palabra, como Jaime Mata, y otros celebraron que las cosas quedasen claras tras una temporada tan convulsa.

El segundo hecho ha sido la recuperación de jugadores que ha permitido a Bordalás recuperar el estilo y las formas del Getafe de la temporada pasada. La vuelta al plan inicial ha dado sus frutos al equipo. Salvando el choque del Camp Nou, en el que se vio a un Getafe de rotaciones y canteranos, en los otros dos partidos los azulones recuperaron su identidad. 4-4-2, juego directo, presión alta, compromiso y seguridad defensiva. Así se mereció ganar a un mermado Real Madrid y se derrotó con autoridad al Huesca este domingo.

La alineación que Bordalás puso en liza podría haber sido la titular de cualquier partido grande del año pasado con la presencia diferencial de Enes Ünal en lugar de Jorge Molina. El turco ha sido también uno de los grandes protagonistas de esta semana grande con tres goles. La salvación no está aún sellada, pero la mejoría del equipo y la sensación de unidad que ha vuelto a transmitir el equipo en los últimos tiempos hacen que la afición getafense respire mucho más tranquila que hace diez días.