Una cita con la tranquilidad

En el tramo final de las temporadas, los triunfos se cotizan caros. Por eso, quien logre la victoria en el Heliodoro habrá dado un importante paso para la tranquilidad: si lo hace el Tenerife, certificará su permanencia mientras que si lo consigue el Castellón, le servirá para alejarse del descenso (sigue el partido en directo en As.com). Ramis, sancionado, tiene muchas bajas, mientras que Garrido apenas hará cambios.

Eso sí, no se esperan demasiados goles. Al menos en la previa. Es que ambos entrenadores tienen un estilo de juego similar y están más a cómodos cuando su equipo no tiene el balón. A los tinerfeños les gusta madurar el partido y sacar tajada en el tramo final, algo que los castellonenses también suelen hacer.

En el bando local hay muchas bajas, aunque el once parece bastante claro. En el lateral izquierdo deberá jugar el diestro Kakabadze ya que los dos jugadores de esa posición no pueden estar. En el centro del campo, Javi Alonso volverá tras sanción para acompañar a Aitor Sanz en el pivote.

En ataque, es donde más efectivos disponibles hay, pero la falta de gol preocupa. Salvo Fran Sol y Shashoua, el resto poco ha aportado. La jornada pasada, por ejemplo, el técnico probó con Joselu y Manu Apeh, pero no fueron solución, mientras el canterano Jorge Padilla sigue acumulando banquillo.

En el elenco visitante, llega lanzado a Tenerife con una victoria de mérito frente al Mallorca y tras la mejor racha del curso, que les ha permitido alejarse de la zona de descenso, pero con la obligación de seguir manteniendo el nivel y la línea ascendente para no meterse en apuros. El gol de Juanto Ortuño certificó tres puntos vitales para alzar el vuelo y soñar con la ansiada permanencia.

Se espera que Juan Carlos modifique poco un once que ha traído resultados bajo el brazo. La vuelta de Josep Señé, ausente por la cláusula del miedo frente al Mallorca, le mete en la pelea por entrar directamente en el centro del campo en lugar de Arturo. El técnico valenciano no podrá contar con Moyano, Paolo, ni Zlatanovic. El resto, los mismos. La permanencia y la tranquilidad, en juego en el Heliodoro.