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SEVILLA

La lenta adaptación del Papu

El argentino progresa al ralentí dentro del exigente sistema de juego de Lopetegui. En Nervión esperan un salto cualitativo de su fichaje de invierno.

Papu Gómez, en un entrenamiento.
MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

Papu Gómez se convirtió en la gran atracción del mercado invernal en LaLiga. Llegó para marcar diferencias en el Sevilla y, de momento, trata de adaptarse a las duras exigencias del sistema de juego de Julen Lopetegui. Alternó titularidades con apariciones desde el banquillo. Jugó en tres cuartos, en el centro del campo e incluso con una libertad casi total para firmar tareas de construcción. Pero su aportación está todavía lejos de las expectativas. Lo sabe el jugador, que ya celebra haber conseguido completar un choque en su totalidad en su última aparición en Liga. También Lopetegui, que insiste en que debe ser más decisivo sobre el campo.

Los dos meses del Papu reflejaron intenciones y un potencial que debe ir a más en Nervión. Jugó los ocho partidos de Liga seguidos tras debutar un dos de febrero en Copa ante el Almería y ahora quiere consolidarse como una de las bazas titulares del técnico en este tramo decisivo del campeonato liguero. Sin Champions ni Copa, la competencia por un lugar en el once de Lopetegui se antoja brutal.

Pero en Nervión quieren que la figura del Papu deje atrás cualquier expectativa del pasado. Su rol no se asemeja demasiado al que protagonizó en la Atalanta y ello obliga a una reconversión que no será sencilla. Tampoco meteórica. La apuesta de Monchi pretende que se convierta en un jugador importante en este proyecto de Lopetegui a medio plazo, cuando logre desplegar sus cualidades y aplicarlas a un estilo de juego muy diferente al del contexto de su pasado reciente.

Su choque ante el Valladolid expuso su realidad actual: arrancó en la zona izquierda del ataque y retrasó su posición cuando su equipo necesitó más dinamismo y verticalidad por la zona media. Ahí luce sus virtudes. Pero sin ese escenario cambiado, Lopetegui aún no encuentra su plena adaptación en su sistema de juego. La sombra de Ever Banega está presente para el Papu desde su llegada a Nervión. Su compatriota cumplía con un rol que aún echa de menos Lopetegui desde el inicio de campaña, con un liderazgo en la construcción del juego que tampoco heredó Rakitic en el primer tramo de temporada.

La confianza es plena en el Papu. El jugador mira al futuro con la esperanza de seguir teniendo protagonismo sobre el césped y hacer despegar su mejor versión, la que maravilló en la Serie A durante los últimos años.