La exigencia del Papu Gómez
El argentino firmó su primer partido al completo como sevillista. "Me siento bien", afirma, mientras Lopetegui espera más de él sobre el césped.
Papu Gómez fue uno de los elegidos por Julen Lopetegui para salir de inicio ante el Valladolid. El argentino ya había protagonizado varias titularidades desde que llegó en el mercado de invierno, pero se trata del primer choque que completa en su totalidad como sevillista. Sus noventa minutos discurrieron entre dudas y brillos esporádicos, aunque Julen Lopetegui quiere mucho más del futbolista sobre el campo y pretende que dé un salto cualitativo en lo que resta de temporada. "Me sentí bien y eso es importante, estoy feliz por haber completado los noventa minutos después de hace mucho tiempo", esbozó el jugador, sabedor que su mejor versión aún no se impuso en el cuadro nervionense.
Papu Gómez elogió "la unión del grupo" tras el tanto de Bono que propició el empate ante el Valladolid. El jugador inició el choque en la zona de ataque y retrasó su posición conforme las necesidades aparecieron. Fue entonces, en el segundo tiempo, cuando dejó más detalles de calidad en el campo. Dañó al Valladolid con su velocidad en el desplazamiento de balón y ejecutando un buen nivel de asociación en esa zona de construcción. No fue decisivo con ninguno de sus pases entre líneas, pero amenazó en varias ocasiones con su visión de juego.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
|---|
| Próximos partidos |
|---|
Su posición sigue siendo una incógnita difícil de medir en este Sevilla. El estilo de juego del equipo de Lopetegui también condiciona la ejecución de su mejor rendimiento al tiempo que necesita diferentes recursos en consonancia al lugar que ocupe sobre el campo. Papu se encontró más cómodo cuando tuvo libertad de movimientos en la zona media, lejos de la banda y con opciones de aliarse con los atacantes y llegar a posiciones avanzadas. No resulta sencillo en un esquema de juego en el que prima el trabajo colectivo en la presión y las ayudas en el repliegue. Pero el argentino quiere más. Y su exigencia es el mejor de los alicientes para que Nervión disfrute pronto de su mejor versión.