El Atleti se hunde en Valencia
El equipo rojiblanco se estampó con un resistente equipo che y se aleja aún más de la Champions tras encadenar tres partidos sin ganar y sin marcar en Liga.
Aguas bravas en Valencia, donde al Atleti se le escapó el que puede ser su último salvavidas para subirse al tren de Europa. Las rojiblancas no pasaron del empate ante un robusto equipo che, que se armó en defensa con gran nivel. Y encadenan tres jornadas sin ganar (dos derrotas y un empate) y sin ver portería. Una situación (peor racha en los últimos cinco años) que deja al cuadro de Sánchez Vera con pocas opciones de clasificarse para la Champions, que queda a ocho puntos. El punto fue tan amargo, por la necesidad y el gran número de ocasiones claras, para el Atlético, como bueno para su rival, que toma oxígeno para la salvación.
Las madrileñas saltaron al campo con una marcha más que el Valencia, que se mostró valiente de inicio y pronto retiró sus tropas para proteger su guarida. No había más opciones. Leicy Santos, con un disparo que rozó el larguero, Duggan, que desaprovechó un mano a mano... y, sobre todo, Ludmila. La brasileña se multiplicó por dos, con cabalgadas imposibles que se tradujeron en un aluvión de ocasiones para las rojiblancas. Sin embargo, su explosividad no dio frutos en la meta valenciana en el primer tiempo, que había arrancado con una dudosa mano de Asun en el área che que la árbitra no interpretó como punible.
Intentarlo más no fue sinónimo de goles para el cuadro madrileño, que se encontró con una Enith cuyos reflejos estaban a prueba de fuego. También se cruzó con el infortunio, con esos balones que parecen tomar vida para no cruzar la línea de gol. Con el segundo tiempo por delante, Sánchez Vera reclamaba a sus jugadoras más calma. Esa tranquilidad que la situación, a nueve puntos de la zona de Champions, no deja amarrar.
Buscó más recursos en su ataque el Atlético en la reanudación de partido. La dinámica era la misma. Las protagonistas se diversificaban, con una Deyna Castellanos que dio un paso al frente sin suerte con un testarazo a un buen centro de Leicy. Pero el cambio de resultado (0-0) se resistía, con un temeroso Valencia que por más que achicaba agua no lograba desquitarse de la presión intensa de las rojiblancas.
El Atlético murió entre paradones de Enith
Entretanto, Enith se calzaba la capa de salvadora con una intervención de mérito al atajar un mano a mano de Ludmila a falta de media hora. Su parada daba aliento a un Valencia ahogado y desbordado en defensa. El peligro local quedó relegado a tímidas y pocas ocasiones que apenas llegaron al borde del área de un Atlético que tenía el control absoluto.
La desesperación empezó a manifestarse en el cuadro rojiblanco con el paso de los minutos. El cántaro no es que fuese mucho a la fuente. Es que la dejó sin agua y, pese a esto, siguió sin romperse. Mérito de la solidez de su ser, donde el buen nivel defensivo del Valencia se elevó a lo más alto. También de la falta de pegada de las madrileñas, que cargaron sus cañones con más pólvora (entró la delantera camerunesa Njoya Ajara por la centrocampista Amanda Sampedro).
Ni el movimiento de banquillo ni los intentos incesantes de batir a Enith acabaron en buen puerto. El partido murió, con ocasiones claras y poco gol. Y con él casi que lo hace el Atlético, que desde la séptima posición se complica aún más si cabe la posibilidad de conseguir el billete para la Champions. El equipo rojiblanco, que suma tres partidos consecutivos sin marcar en la Primera Iberdrola, se sumerge en una gran crisis para olvidar. Las rojiblancas perdieron en Valencia la oportunidad de tomar oxígeno para seguir remando con fuerza hacia el objetivo europeo. El punto es insuficiente para estas aspiraciones. No tanto para su rival, que suma un empate muy importante para seguir acercándose a la salvación.