Refugiado Davies
El lateral del Bayern tuvo que huir con sus padres de Liberia a causa de la guerra. Fueron refugiados en Ghana antes de ir a Canadá.
Alphonso Davies no vivió una infancia sencilla. Durante los cinco primeros años de su vida, una parte teóricamente divertida y de disfrute de ser un niño, Davies y su familia tuvieron que huir de la guerra en Liberia y pasar un lustro en un campo de refugiados en Ghana.
"Mis padres me contaron que había guerra en Liberia. En esa situación, solo había dos opciones: formar parte de la guerra o marcharse. Mis padres no tenían intención de empuñar armas. Estoy feliz de que decidieran que nos marcháramos", asegura para la BBC.
El lateral, cuya vida fue dura en el campo de refugiados con días "difíciles para encontrar comida y agua", cambió de destino cuando fueron aceptados para vivir en Canadá. "Aún puedo ver sus sonrisas cuando sabían que íbamos a tener una vida mejor", confiesa.
Un ejemplo para los demás
Atleta canadiense del año e implicado ahora con ACNUR y demás campañas gubernamentales para ayuda de refugiados a nivel educativo en Canadá, Davies no olvida sus orígenes y explica sus puntos de vista sobre el racismo. "Es importante quitar el estigma sobre los refugiados. Como futbolista, me he encontrado con el racismo hace poco. Es duro, no ya por el color del que sea, también por ser refugiado. Se trata de crear conciencia para las personas que realmente no les importa. Esas personas son las que tratamos de cambiar y hacer que abran los ojos para ver que todos somos seres humanos, sin importar de donde vengas, y todos podemos ayudarnos", afirma.
Para él, Canadá supuso una gran oportunidad y consiguió empezar su carrera en el fútbol. Esta le costó algunos sacrificios. "A mi madre no le convencía la idea de irme a Vancouver, solo, a los 14 años. La educación es muy importante para mis padres. Querían que tuviera algo en lo que apoyarme. Les prometí que no cambiaría. Estoy feliz de que me dejaran ir y me alegro que haya funcionado", asegura el ahora lateral del Bayern y campeón de Europa.
"Pero nunca olvidaré de dónde vengo. Quiero que mi historia de esperanza para que otros refugiados piensen "si él pudo, yo también puedo", añade Davies, que no renuncia a su condición ni a su pasado. Lo luce con orgullo de quien tuvo que sufrir problemas realmente complicados y da visibilidad. Un atleta comprometido que no olvida sus raíces, aunque todo haya cambiado ahora para él.