NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CELTA B 0- DEPORTIVO 3

La Reconquista del Deportivo en el derbi de Barreiro

La herida del triunfo del Celta B en Riazor fue tan profunda como reparadora la del Depor: opciones de ascenso, ganar por más de un gol tras 58 partidos, dos victorias seguidas…

Héctor celebra con Miku uno de los goles del Deportivo en el derbi ante el Celta B de Barreiro.
RCD

El Deportivo llegó al derbi de Riazor en diciembre como líder y la derrota ante el Celta B (1-2) fue el detonante de una cuesta abajo que parecía no tener fin. Este domingo en Barreiro los coruñeses ‘vengaron’ la afrenta en su visita a Barreiro. Si en la ida la histórica victoria del filial celeste provocó un sinfín de heridas colaterales, ahora el triunfo en el derbi también deja muchos más premios que los tres puntos:

Salvado y con opciones de ascenso: Hace tres semanas, tras la derrota en A Malata, el Deportivo se situó a solo dos puntos de los puestos de descenso y a cuatro de la tercera posición. Tras su triunfo en Barreiro, los coruñeses llegan a la última jornada con la salvación en el bolsillo y a un punto del ascenso (pendientes del Racing de Ferrol), que marca el propio Celta B. Las combinaciones son múltiples y complejas, pero con muchas más probabilidades de los que se podía pensar hace dos semanas.

Ganar por más de un gol: La carencia de gol y los problemas para vivir un partido tranquilo, no son solo cosas de esta temporada. El conjunto blanquiazul no había ganado hasta el derbi de este domingo (0-3) un encuentro por más de un gol desde el partido de ida del playoff de ascenso con el Mallorca (2-0) disputado el 20 de junio de 2019. Desde entonces hasta hoy, 42 partidos en Segunda y 16 en Segunda B hasta conseguir ganar con holgura un encuentro.

Dos triunfos seguidos: Las consecuencias positivas del triunfo ante el Celta B se han multiplicado al sumarse a la victoria en la jornada precedente ante el Pontevedra (1-0). Por primera vez desde que Rubén de la Barrera dirige al equipo blanquiazul se han encadenado dos triunfos seguidos, algo que solo se había conseguido en una ocasión esta campaña. Fue en la tercera y cuarta jornada al derrotar a Unionistas (0-1) y Coruxo (1-0). Entonces, como ahora, mantener la portería a cero fue clave.

Despierta la delantera: El gran lastre del Deportivo esta temporada sin ninguna duda es el gol. Tanto, que antes de comenzar la jornada los coruñeses eran el equipo menos realizador de los 102 que compiten en Segunda B. Ante el Celta B marcaron por primera vez tres goles cuando en todo el año solo había logrado llegar a dos en una ocasión: la primera jornada ante el Salamanca (2-1). Además, los tres tantos fueron de un delantero, Miku. El último ‘nueve’ blanquiazul que había logrado ver puerta fue Diego Rolan, nada menos que en la séptima jornada en Pasarón (1-1) hacía más de una vuelta.

Goleada a domicilio: Si marcar tres goles era algo prácticamente olvidado en el recuerdo de la afición deportivista, hacerlo fuera de casa todavía más. El Deportivo no lo conseguía desde el 30 de septiembre de 2018 ante el Nástic (1-3) con un doblete de Quique González y otro tanto de Christian Santos. Para hallar una victoria lejos de Riazor por una diferencia de tres tantos hay que irse siete años atrás y también en Segunda. Fue el 20 de abril de 2014 con un 0-3 en Mallorca. Sissoko, Luisinho y Borja Bastón fueron los goleadores blanquiazules de un Depor entrenado por Fernando Vázquez.

Autoestima y moral: Más allá de lo numérico, la rotunda victoria en Barreiro ha servido al Deportivo para recuperar buena parte de la autoestima del equipo y la afición. La semana previa a la visita del filial celeste a Riazor, el debate era si era un derbi o no. La siguiente, fue si se trataba de la mayor humillación al Depor en su historia. El triunfo del domingo ha servido para reafirmar la apuesta por Rubén de la Barrera y que los jugadores vuelvan a creer en sí mismos. Para la afición blanquiazul, mariachis incluidos, afrontar un lunes con una sonrisa, algo casi olvidado.