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BARCELONA-SEVILLA

Lío Messi-Monchi en el túnel

No gustó en el vestuario blaugrana que el ejecutivo del Sevilla llamara "llorón" a Ronald Koeman el sábado y se lo echaron en cara al final del partido.

Lío Messi-Monchi en el túnel
ALBERT GEAREUTERS

La eliminatoria entre el Barcelona y el Sevilla tuvo un epílogo polémico nada más acabar el partido. Mientras que el Barcelona celebraba eufórico en una piña a pie del campo la remontada ante equipo hispalense y el entrenador Julen Lopetegui se despachaba a gusto con el colegiado, el director deportivo del Sevilla, Monchi, acompañado del presidente, Pepe Castro, bajaban al vestuario visitante con rostro compungido y visiblemente afectados ante la eliminación de su equipo.

En esos momentos, cuando Monchi se disponía a entrar en el vestuario, varios jugadores del Barcelona accedían al túnel del vestuario, percatándose de la presencia del ejecutivo sevillista. En la plantilla blaugrana aún retumbaban los ecos de las recriminaciones de Monchi del sábado en LaLiga cuando desde las gradas llamó en repetidas ocasiones “llorón” a Ronald Koeman.

De ahí que fueran directos a Monchi para pedirle explicaciones, sobre todo un Leo Messi, visiblemente alterado, al que le acompañaba su ayudante Pepe Costa. Según explicaron en la SER, los reproches fueron a más y se produjo una situación muy tensa en donde Monchi recriminó a gritos, "¡siempre ganáis igual!", a lo que desde el lado azulgrana se contestó: "Hoy os vais calentitos a casa…"

Lío Messi-Monchi en el túnel
10
Messi
  • PSG
  • delantero
  • Argentina

Afortunadamente la cosa no fue a más y cada uno acabó entrando en el vestuario sin producirse posteriormente mayores altercados.

En las redes sociales también hubo más de un pique entre los profesionales. El más publicitado el del ex capitán Carles Puyol que replicó con un "buenas noches" al sevillista Suso, que había enviado tras la ida de las semifinales una serie de emoticonos de llorón a Pedri.

No hay duda de que los últimos duelos entre el Sevilla y el Barcelona se han convertido en un acontecimiento para los pirómanos e incendiarios porque arrasan con todo y todos.