Jesé Rodríguez, redención a los 28
El atacante celebra su cumpleaños subido al que bien pudiera ser el último tren de su carrera. El vestuario de Las Palmas bendice su llegada.
Se hablaba mucho y bien en las categorías inferiores del Real Madrid de un humilde pibe grancanario. A base de goles y talento, Jesé Rodríguez fue escalando poco a poco, Mourinho mediante, hasta ganarse una plaza por derecho propio en el primer equipo blanco. Es como si hubiera tirado la puerta abajo, tan descollante era su talento.
Todo parecía irle sobre ruedas al extremo grancanario. Era protagonista en uno de los equipos más importantes del mundo. Se cambiaba junto a Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo, Benzema o Iker Casillas. Se sentía importante jugando junto a varios de los mejores futbolistas del globo. En Valdebebas comenzaron además a llamarle “Bichito” en honor al astro portugués. Incluso sonaba con mucha fuerza para ir convocado al Mundial de Brasil, que finalmente trajo consigo la caída del mayor imperio que vivió el fútbol patrio.
Sin embargo, de un segundo a otro, todo cambió para Jesé. El 18 de marzo de 2014, hace casi siete años, recién cumplidos los 21, Jesé era titular en Champions. En aquella eliminatoria de octavos de una Champions que se acabó llevando el club blanco, el Schalke visitaba el Bernabéu. La pesadilla del grancanario empezó bien pronto, pues apenas se habían jugado tres minutos de partido cuando una fechoría de Kolasinac le hizo caer abatido al césped del coloco de la Castellana. El resultado, dramático: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
Una vez recuperado, no terminaba Jesé de hacerse con el hueco con su talento anunciaba. Llegó entonces el verano de 2016 y ahí comenzó su caída en desgracia. Aquel verano fue traspasado al lujoso PSG, fastuosa presentación la suya en el Parque de los Príncipes. Lejos de Madrid, acaso abandonando su zona de confort desde que era poco más que un infantil, nada fue igual para él. Unos meses más tarde, cuando enero de 2017 ya se despedía, fue cedido a la UD Las Palmas, con Quique Setién al frente, pero apenas tuvo suerte: 16 partidos y solo tres goles. La secuencia se repetía: París en verano, otra ciudad en invierno. Así, tras acabar su primera etapa en Las Palmas, estuvo dando tumbos en el Stoke City, Betis y Sporting de Lisboa.
Siempre una nueva oportunidad que precedía a la continua decepción gala, donde nunca encontró su sitio. El PSG le rescindió finalmente su contrato a principios de diciembre de 2020, cansada la entidad parisina de determinados pasajes de su vida personal, y desde entonces, semanas antes incluso, se encontraba ejercitándose en la Isla.
Ahora sin equipo, y con una trayectoria deportiva en franca decadencia, nada quedaba de aquel Jesé que parecía comerse el mundo galopando por todo el Bernabéu. Hasta llegó a marcar en el Camp Nou. Ahora en Gran Canaria, y entrenándose en solitario, tocaba resetear. Sin más perspectivas que el día a día, sin deberse a ningún equipo. Tocaba decidir, y Jesé apostó, de momento, por el fútbol. Entonces, la Unión Deportiva Las Palmas, el equipo de su ciudad para el que nunca jugó hasta que fue profesional, entró en escena. El mercado se abrió al alba de enero, pero ya desde noviembre se empezó a gestar su segunda etapa en el club, como reconoció Pepe Mel en una entrevista en AS. "Voy a contar la historia de Jesé entera. “Soy así y no me importa hacerlo. El presidente, mes y medio antes de que empezara el mercado, ya me dice que había la posibilidad de traerlo a Las Palmas. “Piénsalo, te informas y me dices”, me insistió”, asegura el entrenador madrileño, convenientemente informado sobre las cualidades y defectos de Jesé por quienes mejor le conocen en el Madrid o el Betis.
Las Palmas soltó la bomba el último día de mercado, el 1 de febrero, y desde entonces se machaca en la Ciudad Deportiva del club. Cumpliendo los plazos previstos, jugó su primer partido en esta segunda etapa en la entidad grancanaria el pasado sábado contra el Cartagena. Sustituyó en el minuto 70 al otro fichaje invernal del club, Rafa Mujica, y se le vio muy activo. Chutó tres veces a portería, una entre los tres palos y se le vio muy activo. Imposible disimular la falta de ritmo competitivo, pero el primer paso para la redención ya está dado. El vestuario, además, bendice su llegada. “Está muy integrado, currando mucho. Es un lujo que esté con nosotros”, sentencia Maikel Mesa. Su progresión física va en aumento constante.
Ante la falta de acierto de Araujo, Jesé podría ser titular mañana en Castellón. Forma parte de su plan de redención. Hoy cumple 28 años subido al que bien pudiera ser el último tren de su carrera. Lo cogió en casa, donde mejor puede estar, según sus propias palabras. El fútbol no espera por nadie. Volver a su (otra) zona de confort para volver a empezar. El ciclo de la vida de Jesé.