Guardado agarra la mano de Pellegrini tras su duelo cien

Andrés Guardado firmó ante el Villarreal su partido número cien con el Betis en Primera y agarró de forma definitiva la confianza de Manuel Pellegrini tras dos titulares consecutivas que dejan en la sombra su irregular inicio de campaña. El mexicano quiere ser importante en este proyecto y su experiencia es vital para el técnico, que le entregó las llaves de la medular y encontró un rendimiento más elevado del jugador en La Cerámica: disparó tres veces a puerta, lideró la presión alta del equipo en los primeros 60 minutos y dio más aire a Canales cubriendo la zona media en el repliegue. Todo un cúmulo de exigencias que ilusionan en Heliópolis.

Guardado no tuvo demasiada fortuna en su inicio de campaña. Las lesiones condicionaron su puesta a punto y en enero también sufrió el coronavirus para frenar su papel en el equipo verdiblanco. Pero en las últimas semanas tomó de nuevo un peso en los planes del chileno y su intención es la de ser una pieza clave en el cierre de temporada. Su presencia en la medular entrega más libertad de movimientos a Canales en tres cuartos. También menos obligaciones en el repliegue. Y a Pellegrini le convence de momento su alianza con Guido Rodríguez. El calendario venidero mostrará la capacidad del centrocampista por tener continuidad en el dibujo táctico de Pellegrini.

En Heliópolis hay esperanza en que Guardado recupere su mejor nivel tras la renovación que se le firmó el año pasado y que lo deja con un contrato hasta 2022 con el equipo verdiblanco. La irrupción del joven Paul, la competencia de William Carvalho y la polivalencia de Canales minimizaron su tiempo de juego hasta el momento, al tiempo que Pellegrini espera que sus últimas citas sirvan para disparar su rendimiento y convertirlo en la pieza importante que tenía en su mente a inicios de campaña. El jugador, de momento, agarra con fuerza ese hilo de confianza que le entrega el técnico chileno.