Vinicius, amenaza fantasma
El brasileño será titular en Liga casi dos meses después. El Madrid sólo tiene disponibles 14 hombres del primer equipo. Pacheta recupera para el duelo a Sandro y Ontiveros.
Volvió Zidane en el estado más inflamable que se le recuerda. Su insólita crispación revela la situación límite en el Madrid en términos anímicos y artiméticos. Para Huesca, tras las siete bajas por lesión, la sanción de Militao y la fuga de Odegaard, quedan catorce jugadores de la primera plantilla (sigue el partido en directo en As.com). La convocatoria se quedó en 17, con los filiales Altube, Chust y Marvin. Sólo es buena noticia para Vinicius, desde hace casi dos meses la amenaza fantasma del equipo. Tiene aún 20 años y es más joven que jugadores del filial como Hugo Duro, Marvin o Altube, que excepcionalmente se cuelan en las listas de Zidane, pero su precio le encañona. También que el Madrid fichara para su puesto a Hazard o que Rodrygo, Lucas y Asensio le hayan entrado por el ojo a Zidane.
Desde la recuperación de Hazard, Vinicius ha ido muy a menos. Primero perdió opciones y luego confianza. El 15 de diciembre fue su último partido en Liga como titular (su nombre sí quedó registrado en el oprobio copero de Alcoy). Desde entonces no ha pasado de media hora en ningún encuentro, ni ha marcado, ni ha asistido, ni se le recuerda una acción notable. Una desaparición en toda regla. Así que el partido ante el Huesca, con Hazard, Lucas y Rodrygo lesionados, es la ventana por la que volver a colarse, más teniendo en cuenta que el belga faltará un mes. Hasta Isco, el único competidor que le quedaba, se bajó del carro por unas molestias en la espalda aunque se le vio entrenar con normalidad en las imágenes servidas por el Madrid.
La cautela de Ramos
Tampoco llega a tiempo Ramos. Los datos retratan la relevancia del capitán, cuya renovación sigue en el Ártico: ha faltado diez partidos en el curso y el Madrid ha perdido la mitad de ellos. Desde hace cuatro años no acumulaba tantas ausencias. A meses de acabar contrato se ha vuelto excepcionalmente cauto. Así que, con Militao sancionado, quizá tenga que jugar Nacho, que sólo lleva tres entrenamientos tras más de dos semanas de baja por COVID. Carvajal también sigue fuera, lo que dará la oportunidad a Odriozola de jugar su cuarto partido consecutivo cuando entre septiembre y mediados de enero sólo había dispuesto de 57 minutos.
El Madrid está más lejos ahora del título que del drama. Comienza la jornada tercero, con el Villarreal, quinto, a cinco puntos (y un partido más). Eso le recuerda que hay vida más allá de la Atalanta. El Huesca, en cambio, intenta sacudirse la depresión del colista. Ahí lleva desde que comenzó 2021, pero la llegada de Pacheta le ha proporcionado un primer impulso. Con Michel no ganó hasta mediados de diciembre, pero la incorporación del nuevo técnico le ha dado cuatro puntos en los últimos tres compromisos.
Sin pólvora
Pacheta ha traído un discurso optimista ("No tenemos los puntos que nos merecemos", "Nadie desciende en enero", "Ten pasión por estudiar y aprobarás"), un dibujo con tres centrales y un cierto aire de ruptura: de la última alineación de Michel a la última del burgalés sólo han repetido cinco jugadores. Además, recupera a puntales como Sandro, con el que no había podido contar hasta ahora, u Ontiveros, cumplida su sanción. Y si mira hacia arriba, ve la salvación a tiro de un partido. Vavro, el único fichaje invernal, aún no está a punto.
Ha sido hasta ahora el Huesca un equipo con mejores datos que resultados, víctima fundamentalmente de dos pecados: la falta de pólvora y la mala defensa del balón parado. No llega ni al gol por partido con un promedio de diez disparos, registro de los equipos del ecuador de la tabla, y le han metido más goles que a nadie en jugadas preparadas: 12. Pacheta parece traer otro plan menos pretencioso que el de Michel. De hecho, su índice de posesión de pelota ha bajado cinco puntos (del 49% al 44%) en los últimos dos partidos y, curiosamente, no ha perdido ninguno de ellos. Tiene la fe que empieza a faltarle al Madrid y eso iguala mucho un partido entre los dos polos de la Liga.