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REAL MADRID

El Madrid lidera la puja por Alaba

El club lanco ya ha trazado un acuerdo por cuatro años y 11 millones. La oferta del City es la mejor.  PSG, Liverpool, United y Chelsea están en la subasta y el Barça busca la forma.

GELSENKIRCHEN, GERMANY - JANUARY 24: David Alaba of Bayern Munich celebrates after scoring their sides fourth goal during the Bundesliga match between FC Schalke 04 and FC Bayern Muenchen at Veltins-Arena on January 24, 2021 in Gelsenkirchen, Germany. Spo
GELSENKIRCHEN, GERMANY - JANUARY 24: David Alaba of Bayern Munich celebrates after scoring their sides fourth goal during the Bundesliga match between FC Schalke 04 and FC Bayern Muenchen at Veltins-Arena on January 24, 2021 in Gelsenkirchen, Germany. SpoLars BaronGetty Images

La delicada coyuntura a causa de la pandemia sitúa a David Alaba como una opción de mercado difícilmente igualable. El defensa austríaco de 28 años, una vez rechazado de plano el ofrecimiento de renovación del Bayern el pasado mes de octubre, acaba contrato el próximo verano y se debate entre ofertas de envergadura del Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, PSG y el Real Madrid. A día de hoy, el club blanco mantiene una posición privilegiada para acometer el fichaje. La sintonía entre ambas partes es muy positiva y existe un diseño de acuerdo trazado que alcanzaría los cuatro años de contrato y un salario alrededor de los 11 millones de euros netos. Sin embargo, pese a algunas informaciones, nada está cerrado. Desde el Madrid niegan tajantemente el acuerdo, al igual que desde el entorno más directo de Alaba, que emplaza a los meses de abril y mayo como fechas clave para decidir y anunciar el futuro del jugador.

El Madrid está en la pole por Alaba, pero la subasta sigue. Los parámetros de la propuesta económica de la entidad madridista no cubren las pretensiones iniciales del defensa, que exigía al menos al Bayern 13 millones netos por curso y cinco años de contrato. Otras ofertas que tiene sobre la mesa sí se acercan e incluso rebasan este montante. "El Manchester City llega a los 14 millones, sin contar los bonus y la comisión. Es casi el doble de lo que da el Madrid", confirman fuentes cercanas a las conversaciones. El Liverpool, a petición de Klopp, tampoco rebaja su insistencia, pero el principal problema es que la suma de dinero que pide Alaba le colocaría como el mejor pagado de la plantilla por encima de Salah y esa realidad puede generar suspicacias en el vestuario red.

En el Bernabéu, en ningún caso, van a entrar en una guerra de cifras. Están dispuestos a asumir una cantidad cercana a los 11 millones de euros, aun a riesgo de apartarse de la línea de austeridad impuesta por el coronavirus y de alojar al jugador austríaco en el tercer escalafón salarial solo por detrás de Hazard (14 millones), Ramos si sigue (12) y Benzema (12). Ese desembolso ya se cree un esfuerzo más que apropiado. De ahí que todas las partes mantengan la cautela ante lo que pueda pasar.

La principal ventaja del Madrid es su estatus respecto a otros equipos y también la vieja aspiración de Alaba de jugar en el fútbol español. En las últimas temporadas han sido varias las ocasiones que el interés lógico en un futbolista de su categoría traspasó la frontera de la simple monitorización y se intentó seriamente su incorporación. Tanto el Madrid como el Barcelona dieron pasos en este sentido junto a George Alaba, el padre del jugador. En aquellos momentos era la persona encargada, bajo la ayuda de intermediarios y abogados, de llevar los asuntos contractuales de su hijo. Ahora, el célebre representante Pini Zahavi, al que el presidente de honor del Bayern Uli Hoennes ha calificado como "piraña codiciosa", dirige el destino del jugador, siempre bajo la supervisión de George Alaba. No se trata esta de una cuestión menor, entre otros motivos, por la comisión que solicita cobrar el agente israelí. Algunas voces dicen que reclama hasta 15 millones.

La presencia de la contradictoria figura de Zahavi, que ya pretendió sin éxito guiar a Lewandowski al Madrid, provoca que nada se pueda dar por hecho nunca. Es ahí donde aparece el Barcelona, en una clara condición de inferioridad por las tensiones de su tesorería. Con todo, no se puede descartar ahora mismo la remota posibilidad, "casi imposible" según diversas fuentes, de que Alaba acabe en el Camp Nou. A instancias del poderoso agente, aguarda el resultado de las elecciones blaugranas antes de comprometerse con nadie. De Zahavi se conoce tanto su fama de duro negociador como la buena relación que mantiene con Joan Laporta. El candidato a la presidencia del Barcelona confía en poder dar un giro a la situación y sondea fórmulas de ingeniería financiera para hacer posible el fichaje. Víctor Font, otro de los candidatos, también ha entablado conversaciones directas con Zahavi.

De cualquier modo, el Madrid enfila con tranquilidad los pasos definitivos de la operación. Su oferta está ahí y no va a caer en ninguna puja que dispare el precio. A nivel deportivo, el consenso de la conveniencia de apostar por Alaba es total, tanto en Zidane —lo pidió en 2016— como en las oficinas. Se valoran sus capacidades técnicas y físicas, su madurez y, sobre todo, su polivalencia al poder ejercer como central, lateral o centrocampista. Con la renovación de Ramos en duda, aunque su llegada no está supeditada en un principio al adiós del capitán madridista, el Madrid ha movido ficha por el jugador del Bayern. La oposición de otros grandes europeos y la propia tesitura del mercado impiden asegurar que Alaba vista de blanco el próximo curso. No hay nada decidido. El City, el United y el PSG no se rinden, el Liverpool busca la forma y el Barcelona es una incógnita que no puede ser eliminada. Ningún club, eso sí, está mejor colocado que el Madrid en estos momentos.

La controversia del reconocimiento

El entorno de David Alaba desmiente que haya pasado ningún reconocimiento médico con el Real Madrid —hecho que sería ilegal, afirman— y sostiene que el chequeo al que se sometió se hizo para concertar un seguro privado en caso de lesión antes de resolver su futuro, además de como prueba certificada del buen estado de salud del futbolista de cara a los clubes interesados e inmersos en la negociación.