Eriksen se sube al carro
El danés decidió el derbi contra el Milan con un fenomenal libre directo en la prórroga. Conte afirmó tras el partido que no saldrá traspasado.
"Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad tienes que cambiarlas tú mismo", decía Andy Warhol y el protagonista de estas líneas parece haberse aplicado el cuento. Christian Eriksen (28 años) llegaba hace un año a Milán después de coquetear con el Madrid y ser rechazado por Zidane. En el Tottenham lo tenía casi todo, pero quiso más y decidió no renovar. En busca de borrar el 'casi' de la frase llegó al Inter con uno de los salarios más altos de la Serie A como una de las gangas del mercado. 20 millones por uno de los mejores centrocampistas del continente.
Sin embargo, el tiempo fue minando la confianza de Antonio Conte en el danés y sus minutos empezaban a necesitar de cuentagotas para ser registrados. Cuatro goles y tres asistencias eran todo el bagaje del jugador el curso pasado y su técnico mostraba su querencia por otro tipo de centrocampista de cara a la 2020-21, como Arturo Vidal.
Las suplencias dejaron de ser noticia y la participación de Eriksen se convirtió en residual, "trato humillante" se llegó a apuntar, hasta que la ventana del mercado invernal se abriera de par en par. Varios equipos (Tottenham, Leicester, Valencia, PSG, Atalanta...) mostraron interés por resucitar a un jugador al cual Marotta había colocado oficialmente en la rampa de salida. Sin embargo, las ofertas que llegaban no convencían en San Siro y exSpur seguía ajeno a los rumores hasta que a mediados de enero su técnico le daba un empujoncito verbal. "En la carrera de un jugador va a haber momentos buenos y menos buenos, pero hay que tener carácter para salir de las dificultades... Espero grandes cosas de él".
Trampolín
Y esas cosas llegaron en un día señalado, el derbi ante el Milan de cuartos de final de la Coppa. Ahí, Eriksen volvía a ser suplente, pero aprovechaba su entrada al campo en el 88' de la mejor de las maneras. Con un tremendo golazo de falta en la prórroga que valía la clasificación (2-1) se aplicaba el leitmotiv de Warhol. Y Antonio Conte no tardaba en reafirmarse en ese cambio de parecer deslizado dos semanas atrás: "Christian se quedará aquí en el Inter".
Las razones esgrimidas por el preparador italiano ("no se irá porque no ficharemos a nadie, por lo que no le dejaremos marchar") no se entienden como un cambio de paradigma definitivo, pero se mostró encantado con el gol de un jugador que, a pesar de su caché y la situación vivida, nunca ha regalado declaración altisonante. Este primer tanto en la temporada no es un tanto cualquiera, puesto que derribar a un renacido Milan es un premio mayúsculo. Veremos si es el impulso que necesitaba Conte para confiar definitivamente en un futbolista que no hace tanto era de los centrocampistas más cotizados del planeta fútbol.