OSASUNA

Chimy Ávila, loco por volver a los terrenos de juego

Ha suscitado el interés de un equipo de LaLiga que juega en Europa, aunque aún está convaleciente de su grave lesión en la rodilla. Tiene contrato con Osasuna hasta 2023, con una cláusula de 25 millones.

DIARIO AS

Incluso estando lesionado es noticia y hay equipos que no lo pierden de vista. Hasta se ha llegado hablar del supuesto interés de un club de la Liga española, actualmente jugando competición europea, que estaría interesado en él. El delantero argentino lleva varios días entrenando sobre el césped de Tajonar, aunque continúa con su plan específico para recuperarse de la grave lesión de rodilla que sufrió en septiembre. Aunque aún deberán pasar varias semanas para ver al Comandante sobre los terrenos de juego, su actitud en los entrenamientos y lo que publica en sus redes sociales, dejan claro que se muere de ganas por volver y que lo hará lo antes posible.

Chimy Ávila llegó a Osasuna en julio de 2019 y firmó un contrato hasta 2023 siendo su cláusula de rescisión de 25 millones de euros. El club navarro paga a San Lorenzo 2,7 millones de euros en concepto de traspaso más 600.000 en variables por el ex del Huesca. Con su garra, su lucha y sus goles, muy pronto se ganó la admiración de la afición navarra. También clubes de primera línea, como el Barcelona, pusieron los ojos en él y el club culé estuvo a punto de ficharlo.

Sin embargo, la suerte dio la espalda a El Comandante. El 24 de enero de 2020, durante el transcurso del partido entre Osasuna y Levante, tras un lance del juego caía sobre el césped de El Sadar entre evidentes gestos de dolor. El feudo rojillo enmudeció y el argentino era retirado en camilla. Al día siguiente se confirmaban los peores presagios, Chimy Ávila tenía roto el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. El pichichi del equipo, quien había anotado nueve goles hasta ese momento, decía adiós a la temporada.

El pasado 26 de agosto, Chimy Ávila se volvió a sentir futbolista en un amistoso de pretemporada que los rojillos disputaron en Anduva, frente al Mirandés. Feliz por su regreso, el de El Comandante era considerado por la afición navarra como el mejor refuerzo para hacer frente a la actual campaña. Sin embargo, apenas dos semanas después, la fatalidad de cebó de nuevo con el argentino. Durante un entrenamiento, cuando el equipo preparaba el primer partido de Liga, frente al Cádiz, abandonó el campo de entreno tras un lance con Aridane. La cosa no pintaba bien. En este caso el delantero se había roto el ligamento cruzado de su otra rodilla, la derecha. La lesión supuso un mazazo para los aficionados navarros, y por supuesto para el jugador, quien volvió a mostrar su fortaleza y afrontó el contratiempo con entereza.

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