Vázquez, decidido a consolidar su apuesta por el rombo
El técnico del Depor está aprovechando el parón para ajustar esta variante del 4-4-2 que ya utilizó ante el Racing y El Ejido, aunque sólo durante algunos minutos.
Aunque queda ya algo lejana, la derrota contra el Celta B hizo temblar los cimientos de todo el proyecto del Deportivo. Aparecieron las dudas y Fernando Vázquez ha aprovechado el parón para darle vueltas a cómo mejorar el equipo, sobre todo en lo que se refiere a la producción ofensiva. Aunque el técnico ha procurado no mostrar demasiado sus cartas, a Lara se le escapó en rueda de prensa por dónde puede ir la nueva apuesta: "Estamos haciendo bastante hincapié en una especie de rombo arriba. El míster ha visto que podemos hacer daño y es positivo de cara mi estilo de juego y la gente que tenemos en ataque".
El de Castrofeito parece dispuesto a consolidar su apuesta por ese 4-4-2 con un rombo en el centro del campo, dibujo que ya ha utilizado alguna vez esta temporada y con el que el equipo se ha mostrado cómodo. Así inició el partido contra el Racing de Ferrol y cuajó una buena primera media hora de encuentro y así salió contra El Ejido en Copa, mostrándose muy superior hasta que la expulsión de Granero obligó a cambiar el plan.
Esta nueva estructura le permite a Vázquez, por una parte, jugar con dos delanteros, algo de lo que siempre se ha mostrado partidario. Pero al mismo tiempo también le soluciona una de las carencias que él considera que tiene su plantilla: la falta de jugadores específicos de banda. Esto se agrava con la sanción de Lara y la lesión de Galán, con Keko como único jugador de segunda línea. Precisamente el madrileño es el único especialista disponible para jugar pegado a la cal, pero si finalmente se consolida el rombo, puede que acabe adaptándose a la posición de mediapunta, donde ya han actuado tanto Lara como Galán.
Las dudas están en la fase defensiva
El propio Fernando Vázquez habló de las virtudes de este sistema, pero también señaló las debilidades, sobre todo en la fase defensiva. El técnico nunca ha escondido que su prioridad es hacer un equipo invulnerable y el rombo expone al equipo a la hora de protegerse, sobre todo por los costados. Fue por eso que cambió ante el Racing para pasar a un 4-2-3-1 y también por lo que no mantuvo su apuesta contra Pontevedra y Celta B, partidos en los que apostó por la defensa de cinco. De cómo ajuste para minimizar daños en ese aspecto dependerá del éxito de esta última vuelta de tuerca del entrenador deportivista.