Los 200 del rey David
De vuelta al eje de la zaga, donde ha jugado más que de mediocentro, cumple un doble centenar de partidos el capitán del Espanyol. “No puedo pedir más”.
“No puedo pedir más”, esbozaba David López al final del partido, en los canales del club. El Espanyol acababa de imponerse por 2-1 al Almería, rival directísimo, de acabar 2020 como líder, y él de culminar de la mejor forma posible su partido oficial 200 con la camiseta del Espanyol. Una década más tarde, lo coronó el rey David.
“El día fue increíble, con el recibimiento de la afición, la victoria, ahora nos vamos de vacaciones con una sensación buenísima y encima, 200 partidos. Estoy muy feliz y orgulloso. Y que sean muchos más juntos”, narraba el canterano, quien parece que en los tres últimos partidos haya rendido un involuntario homenaje a su propia carrera como profesional, ya que ante Sporting, Logroñés y Almería ha regresado al eje de la zaga –y con solo un gol en contra, y de penalti, por cierto–, una posición en la que no se formó específicamente pero en la que ha disputado buena parte de esos 200 encuentros como perico.
Más allá de sus inicios y de la temporada 2013-14, con Javier Aguirre en el banquillo, ha sido más frecuente ver a David de central que en su hábitat natural de mediocentro. Ya empezó a alternarlo en el Nápoles. Y, de vuelta al RCDE Stadium, lo atrasó Quique Sánchez Flores por su visión de juego, su salida de balón. También así lo vieron Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ y, de entrada, David Gallego. El de Súria empezaba a incorporarlo en el pivote cuando fue destituido, y Machín de nuevo lo situó como central. Ya con Abelardo Fernández y Francisco Joaquín Pérez Rufete volvería a compaginar ambas demarcaciones.
Y con Vicente Moreno había comenzado en la medular hasta que las urgencias, en forma de molestias de Leandro Cabrera, lo han devuelto en las últimas semanas a la jerarquía de la defensa, ahora más que nunca con su brazalete de segundo capitán. “Me voy muy feliz por las sensaciones, era un partido muy especial para mí. Pasaremos todos los pericos unas fiestas como hacía mucho tiempo que no sucedía”, rubricaba David.