La Copa se cruza en el camino de un embalado Espanyol
Vicente Moreno, que hará rotaciones, quiere que su equipo no pierda la tensión ante el Llagostera (19:00, Esport3). Oier será el meta titular.
El Espanyol de las cuatro victorias consecutivas y de los 39 puntos en 18 partidos interrumpe su paso antes del trascendental encuentro ante el Almería (tan solo les separa un punto) para inaugurar la Copa del Rey en Llagostera. Un alto en el camino que Vicente Moreno no quiere que suponga un freno para este embalado Espanyol, pues el fútbol se mueve por estados de ánimo e inercias, detalles que en ocasiones son más vitales que cualquier pizarra. Todo lo que no sea pasar de ronda sería enrarecer un ambiente que no soporta ningún hedor después de lo ocurrido la campaña anterior.
El Espanyol no alineará a sus jugadores más desequilibrantes. No se espera la presencia de Raúl de Tomás, Sergi Darder o David López, por citar a tres de los que acumulan más minutos. Pero el fondo de armario es tan amplio que el equipo de Moreno puede lucir cualquier vestido. "Es un equipo de Primera en Segunda", resumió Alsina, técnico del Llagostera. Oier Olazábal sustituirá a Diego López en la portería, mientras que jugadores como Miguelón, Dídac, Calero, Mérida, Vargas o Wu Lei les irá bien para acumular minutos y regresar a la titularidad.
El encuentro también servirá para dar carrete a jugadores con menos participaciones, como Pol Lozano o Jofre Carreras. No está ya en ese saco un Nico Melamed que se ha ganado a pulso las titularidades en la Liga, aunque puede repetir debido a su fortaleza física y a la poca acumulación de minutos durante el curso. Todos ellos se medirán a un Llagostera conocido, un equipo amigo del Espanyol, como han recordado recientemente los dirigentes gerundenses.
El Llagostera, que hasta hace poco militaba en Segunda A después de una ascensión meteórica, cuenta con viejos conocidos del Espanyol, como Manchón o los cedidos Paul Salvans o Genar. También Gil Muntadas tiene pasado blanquiazul. Tras caer ante el Nàstic en una segunda parte para olvidar, y en una situación limítrofe en la tabla, el Llagostera apela a su gen competitivo y a su campo de césped artificial y dimensiones reducidas para que al Espanyol se le atragante la visita. Pero este Espanyol ya está acostumbrado a este tipo de escenarios.