Accidentado desatasco en las alas del Leganés
El Lega sufre la alta competencia especialmente en las bandas, donde casi todo lo juegan cuatro hombres. Martí hizo cambios en Ponferrada, pero el infortunio se cebó con los elegidos
Vivía el Leganés antes de viajar a Ponferrada un atasco en sus alas. Jugar en los costados de los pepineros es trabajo de escasas oportunidades. Lógico. En defensa y medio campo sus moradores estaban dando un rendimiento tan bueno que nada invitaba hacer modificaciones. Bustinza (663 minutos), Javi Hernández (855), Palencia (913) y Arnáiz (851) son los habituales. Cuatro jugadores para cuatro puestos es poca oferta con tan alta demanda en este Leganés de plantilla sobrepoblada. A la cola esperaba un elenco de notables: Roberto Rosales, Dani Lasure, Jonathan Silva, Rober Ibáñez, Kevin Bua, Dani Ojeda, Javi Eraso o Avilés. Hasta ayer.
Martí agitó en el Bierzo su pizarra para desatrancar el tapón en las bandas, dar oportunidades a algunos de los que aguardaban turno y, de paso, permitir descansar a los habituales. Tres nuevas piezas entraron en liza. A saber, Rosales (389 minutos con los 90 de ayer), Kevin Bua (189) y Rober Ibáñez (120) sentaron a Palencia, Arnáiz e Ignasi Miquel. Este último es central y reconvirtió a Bustinza (lateral) en acompañante de Tarín. Del exterior solo repitió Javi Hernández.
Era una apuesta, a priori, plagada de buenas noticias por varios motivos. Por ejemplo, por dar otra oportunidad a Kevin Bua de demostrar que su condición de fichaje relevante no es baladí tras su llegada desde el Basilea suizo. En el caso de Rober Ibáñez suponía su retorno a una alineación dos meses y medio después. La última vez que jugó de inicio fue contra Las Palmas en la primera jornada.
Problemas para Bua e Ibáñez
La cosa pintaba bien… hasta que pintó mal. Muy mal. Primero, con Kevin Bua, lesionado al filo del descanso cuando, en el córner que supuso el 2-2, sufrió un problema muscular, probablemente una rotura. Él mismo ejecutó el saque de esquina. Ahí su cuerpo dijo basta.
“Lo suyo ha sido una cosa del aductor”, explicaba luego Martí en sala de prensa. Pasada la hora de partido, era Rober Ibáñez el que tenía que pedir el cambio. En su caso, por un asunto menor. “Se le ha cargado el gemelo”, aclaraba Martí. En las sustituciones Palencia, primero, y Arnáiz, después, recuperaron sus puestos.
Así que dos de los escogidos para poblar las bandas del Leganés en Ponferrada terminaron en el banquillo con problemas físicos. La otra novedad en un costado, el venezolano Roberto Rosales, aguantó todo el partido sin dolencias, pero no tuvo su mejor día, sobre todo en defensa.
Entre tanto, en el banquillo esperaron su turno sin jugar algunos de los otros afectados por este atasco en las alas. Silva y Eraso no pudieron competir. Ellos sí entraron en lista. Lasure y Ojeda se quedaron fuera por segunda jornada consecutiva. Decisión técnica. Avilés, lesionado, no pudo ser convocado.